El CAC garantiza el sesgo independentista de TV3 hasta las elecciones

El sesgo ideológico de TV3 y Catalunya Ràdio no se entiende sin el blindaje que, durante años, le ha proporcionado el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC). Ayer, este órgano dependiente del Parlament que fiscaliza los contenidos de los medios audiovisuales emitidos en Cataluña, sufrió un duro revés judicial, después de que una juez anulara un acuerdo favorable a Mònica Terribas, periodista que ha puesto su programa de la radio pública catalana al servicio del procés.

El presidente de la Cámara de Comercio, Joan Canadell, con la máscara promocionada / TV3

Según ha podido saber Crónica Global, el CAC analizará próximamente la aparición del presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, en TV3, donde promocionó su mascarilla catalana. Y también el subtítulo aparecido en los informativos de esta cadena de televisión pública que situaba a Madrid como epicentro del coronavirus. La decisión estará en manos del presidente del CAC, Roger Loppacher, quien tras la jubilación del consejero Salvador Alsius vuelve a tener voto de calidad.

La leyes de CCMA y CAC

Mucho se ha hablado de la necesaria renovación de la Corporación Catalana de Medios de Comunicación (CCMA), bloqueada por los enfrentamientos entre Junts per Catalunya y ERC a pesar de que la nueva ley, que eleva las mayorías y los requisitos profesionales de los futuros cargos, fue aprobada hace ocho meses. Pero es que junto a esa reforma también se aprobó la que afecta al CAC. Y dada la proximidad de las elecciones catalanas, es improbable que se proceda a la designación de nuevos cargos.

Los rótulos de los informativos de TV3 señalan Madrid como origen del coronavirus / CG

El presidente Roger Loppacher (propuesto por CDC), Carmen Figueras (PSC) y Daniel Sirera (PP) están en funciones, mientras que Yvonne Griley (propuesta por CDC y ERC) acabará su mandato el 15 de julio. Salvador Alsius, que fue propuesto por ERC e ICV, era vicepresidente del CAC y se jubiló el mes pasado. Según las normas de este organismo, si el presidente es un hombre, la vicepresidencia ahora vacante debería ser ocupada por una mujer. Nada se sabe sobre ese nombramiento.

Voto de calidad

Lo que sí se conoce es que el órgano ha quedado de nuevo en manos del voto de calidad de Loppacher tras el cese de Alsius. Lo ha ejercido en más de 30 ocasiones desde 2012, lo que ha salvado a TV3 y Catalunya Ràdio de ser reprobada por su sesgo ideológico, planteado de oficio, por ciudadanos o por entidades sociales.

Dos nuevos asuntos volverán a poner a prueba el voto independentista del presidente del CAC. Está previsto que el pleno de este órgano analice la aparición del presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, en el programa FAQs de TV3, donde promocionó unas mascarillas catalanas, así como el subtítulo aparecido en los informativos de la cadena que situaban a Madrid como epicentro del coronavirus. La presidenta en funciones de la CCMA, Núria Llorach, ha quitado importancia a ambos episodios en sus respuestas parlamentarias orales y escritas. Ahora le toca el turno al CAC, que acaba de sufrir un serio revés judicial.

El revés judicial

Tal como publicó este medio, una jueza de Barcelona ha dictaminado que Loppacher vulneró los derechos del consejero Daniel Sirera al impedir que éste participara en un debate y votara un acuerdo sobre la actuación la periodista de Catalunya Ràdio, Mònica Terribas. En septiembre de 2017, la locutora alentó a sus oyentes a delatar los movimientos de la Policía Nacional y la Guardia Civil en los días previos al referéndum del 1-O. Gracias a los votos de Loppacher, Alsius y Griley, la periodista no fue reprobada por el consejo.

La sentencia, finalmente, ha anulado el acuerdo del CAC [Se puede leer en este enlace]. La exclusión de Sirera se debió a un tuit que el consejero había escrito. Tampoco participaron en el debate ni en la votación Eva Parera --actual concejal en el Ayuntamiento de Barcelona-- ni Carme Figueras, aunque en su caso decidieron inhibirse voluntariamente tras pedir que se analizara el programa de Terribas. Consideraban que la periodista había incumplido el libro de estilo de la CCMA y “sobre todo, pone en peligro todo tipo de operaciones policiales y las tareas propias de los cuerpos de seguridad, además de presuponer que éstos únicamente dedican su actuación en el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre”.

“Al formular nuestra petición, consideramos que, debido a los recientes atentados terroristas vividos en Cataluña y la situación de máxima alerta, el análisis tenía que hacerse con carácter de urgencia dado el posible peligro que podía suponer señalizar posiciones de cuerpos de seguridad”, precisaron ambas consejeras, tras asegurar que la petición de análisis no implicaba un juicio de valor.