Hoy por hoy, es un amalgama de siglas. Pero se están dando pasos para clarificar ese espacio catalanista, huérfano y cotizado. Lliga Democràtica, el partido impulsado por Josep Ramon Bosch y Astrid Barrio, ha hecho un llamamiento a la unidad del centro catalanista para construir "una alternativa política que haga frente a la reconstrucción de Cataluña".
La formación toma posiciones tras conocerse el paso adelante del teniente de alcalde de Seguridad en el Ayuntamiento de Barcelona y dirigente de Units per Avançar, Albert Batlle, quien se ofrece para liderar ese espacio, y el próximo congreso fundacional del Partit Nacionalista de Catalunya (PNC), en cuya genésis participó la excoordinadora de PDeCAT, Marta Pascal. Una de las grandes incógnitas de ese catalanismo del siglo XXI es saber si PDeCAT suelta lastre del independentismo unilateral de Carles Puigdemont. Huir de esos maximalismos es precisamente el común denominador de estas formaciones.
"Con la finalización del estado de alarma y el retorno a una relativa normalidad, Lliga reitera "su compromiso y su firme voluntad de construir una alternativa política catalanista, moderada, de centro y unitaria de cara a las próximas elecciones el Parlamento de Cataluña, con el objetivo ineludible de contribuir a la reconstrucción económica, la reconciliación entre catalanes y la regeneración institucional de Cataluña", indican en un comunicado.
En contra de la confrontació y el personalismo
Ante la difícil situación en la que se encuentra el país a raíz de la crisis sanitaria, económica y social que ha provocado la Covid-19 "ahora más que nunca hay que afrontar los retos compartidos con unidad, generosidad, sin caer en la confrontación, el personalismo, la exclusión o la oposición destructiva".
"Para hacer realidad la tan necesaria unidad --añaden-- que hagan posible la reconstrucción, la reconciliación y la regeneración institucional de Cataluña desde la moderación y el consenso, reafirmamos nuestra política de mano extendida sin exclusiones a los compañeros de Lliures, de Convergents, de Units, del apenas fundado PNC y a todas aquellas personas y grupos que quieran contribuir a la creación de una verdadera alternativa política capaz de gobernar para todos los catalanes".
La Lliga Democrática ha aprovechado estos meses de confinamiento "para reforzar internamente y poner en marcha los primeros grupos de trabajo sectorial con la voluntad de contribuir a la reconstrucción y regeneración con medidas políticas eficaces orientadas a resolver los problemas concretos de las personas ya recuperar el prestigio de Cataluña".