La Generalitat quiere rebajar las medidas de reclusión en Barcelona y su área metropolitana y, para ello, se ha inventado una fase intermedia entre la primera y la segunda estipuladas por el plan de desescalada el Gobierno. Es la susodicha "fase 0,5" tal como la ha denominado la consejera de Presidencia, Meritxell Budó. En ella se permitirían visitas a los comercios sin cita previa y la celebración de cultos religiosos y de velatorios con ciertas restricciones en el número de participantes.
Tal como ha detallado Budó, este paso intermedio entre la fase 0 y la 1 de la desescalada tiene como objetivo "flexibilizar algunas medidas", a tenor de que la evolución de los datos revelados por la Consejería de Salud muestran cierta "mejoría", pero la suficiente como para permitir ciertas medidas de alivio. Algo que contrasta con los datos revelados hoy por Sanidad, donde más del 60% de los fallecimientos de las últimas 24 horas han sido en Cataluña.
Budó durante la rueda de prensa / TWITTER
Competencia del Gobierno
Esta iniciativa de la "fase uno y medio" no podrá entrar en vigor hasta que el Gobierno la valore, ya que es la Administración central la que tiene las competencias para decretar la relajación de las medidas del estado de alarma. Asimismo, tres territorios de la región sanitaria de Barcelona quedarían excluidos: Alt Penedès, Garraf y Baix Montseny, que pasarían directamente a la fase 1 si el Ejecutivo lo permite.
Budó ha explicado que las propuestas para la ciudad de Barcelona y las áreas metropolitanas Norte y Sur se han consensuado con las administraciones locales y comarcales de cada zona. Tanto ella como Alba Vergés, jefa de Salud de la Generaliat, y Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y presidenta del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), han participado en las reuniones con alcaldes y presidentes de consejos regionales, así como también en la rueda de prensa donde se han dado a conocer los resultados de este diálogo.
Ir a comprar sin cita previa
El comercio es uno de los sectores que se vería favorecido por esta "fase cero avanzada", tal como la ha definido Vergés, ya que se eliminaría la cita previa y podría aumentar la clientela. La consejera ha defendido que los establecimientos del sector "han trabajado muy bien" la implementación de medidas de protección y reducción del riesgo de contagio. También ha alabado la actitud de la ciudadanía, que acata estas medidas, lo que refuerza la petición al Gobierno.
También se incluye la apertura de las bibliotecas para préstamos de libros y de los centros educativos que deban hacer gestiones administrativas de forma urgente y que no puedan ser solventadas de forma telemática. Y las visitas a museos, aunque reduciendo su capacidad. Quedarían fuera de esta "fase 0,5" la apertura de gimnasios y terrazas de bares, así como también los encuentros de grupos hasta 10 personas.
Cultos religiosos y despedidas a difuntos
Tanto la consejera de Salud como la edil barcelonesa han defendido la necesidad de reactivar las celebraciones religiosas y permitir un último adiós a los fallecidos más amplio del que se realiza en la actualidad. Vergés ha criticado que, en la actualidad, las medidas para la celebración de velatorios son "muy restringidas" y que han pedido al ejecutivo que las tres zonas sanitarias comentadas puedan ampliar de tres a diez el número de participantes en estos actos.
Que Colau apoye esta medida --que entra en contradicción con la imposibilidad de quedadas en decenas de personas--, contrasta con la actitud que ha reflejado el Ayuntamiento de Barcelona en ciertos momentos de la pandemia, al llegar a impedir totalmente la asistencia a procesos crematorios.
Por otro lado, ha detallado que el culto religioso podría reactivarse tal como marca la fase 1, es decir, siempre que los espacios dedicados al rezo aseguren que no superarán un tercio de su capacidad.