Toda la carga de artillería, desde distintos frentes, para que Pablo Casado no se desvíe del objetivo ni tenga tentaciones. No es que lo parezca, pero los barones autonómicos del PP necesitan colaborar con el Gobierno y piden algo de cintura. Para que eso no ocurra, está la Faes, el think tank que preside José María Aznar, que este lunes disparó desde distintos ángulos contra el presidente Pedro Sánchez. A través de la propia Faes, con una nota titulada Mentira probada, por haber dicho que los ERTE dependían del estado de alarma; y mediante el Instituto Atlántico de Gobierno --que también preside Aznar--, con una encendida defensa de Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid.
La consigna es clara: no debe haber ninguna tregua con Pedro Sánchez porque, a su modo de ver, es un Gobierno “ineficaz y mentiroso”. Y la semana nefasta que vivió Casado, cuando el pasado miércoles fracasó en su intento de obstaculizar la cuarta prórroga del estado de alarma en el Congreso, ha quedado ya en el olvido. “Hay una situación de caos, faltan criterios claros, y hay una falta rumbo del Ejecutivo total”, aseguró el secretario general del PP, Teodoro García Egea, tras salir del comité de dirección del PP, en una declaración grabada.
Díaz Ayuso, la número 1
Pero esa es la posición de la dirección, del aparato de Génova, con toda la presión que ejerce Faes con José María Aznar al frente. El PP, sin embargo, es mucho más que ese círculo que rodea a Pablo Casado. Los presidentes autonómicos, como el gallego Alberto Nuñez Feijóo, o el andaluz Juan Manuel Moreno, quieren colaborar con el Gobierno: necesitan coordinar la desescalada y pactar las distintas fases por las que pasarán los distintos territorios de las comunidades autónomas. Y Nuñez Feijóo, además, está a punto de convocar, de nuevo, las elecciones autonómicas y quiere un respiro con el Gobierno central. Él fue quien más presionó en las horas previas a la votación en el Congreso para que el PP pasara del ‘no’ a la abstención, después de hablar con la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.
La tensión en las próximas semanas se intensificará. Para el grupo de Faes no hay espacio para la duda. Cuando más se critica a Isabel Díaz Ayuso, que Casado puso como modelo de lo que haría un Gobierno del PP en la Moncloa, más se la defiende. Lo hizo este lunes el propio Aznar. A su juicio, Díaz Ayuso está impulsando una “labor importante”, con unas “altas cualidades en términos de preocupación por los demás y el bien común para merecer tanta atención por aquellos que se dedican a sembrar sectarismo y generar odio”.
Ciudadanos no inquieta
Es decir, la bandera de Aznar y de Casado --por ahora, hasta que no se decida por un camino integrador en el partido-- es Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid.
El papel que pueda cobrar ahora Ciudadanos, que ofreció el voto positivo a la cuarta prórroga del estado de alarma --Inés Arrimadas se entrevista telemáticamente este martes con Pedro Sánchez-- no inquieta en ese núcleo de Casado, según las fuentes consultadas. Se considera que es un partido que camina cuesta abajo, y que sólo cuenta con Arrimadas.
Con buenos resultados en las encuestas, que ofrecen un refuerzo del bipartidismo, pero con Casado pisándole los talones a Pedro Sánchez, la tesis de Faes se impone: presionar, ir a la contra y esperar a que el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos muestre sus contradicciones cuando se trate de gestionar la crisis económica y se compruebe que la Unión Europea no transfiere los recursos que se desean y se esperan.
Ana Pastor, "más eficaz"
“Soy de los que creen que la historia tiene muy pocas páginas en blanco y negro, pero de esta historia tremenda que estamos viviendo algunos van a ocupar páginas en negro y algunas otras personas entre las que estás tú, ocuparán páginas en blanco, porque estás escribiendo buenas páginas en blanco”, espetó Aznar a Díaz Ayuso.
Ese es el plan, con pocas posibilidades de rectificación, aunque con algunos gestos para ser más eficaces: la elección de Ana Pastor en la comisión parlamentaria para la “reconstrucción”, en lugar de Cayetana Álvarez de Toledo, aznarista total, pero excesiva y contraproducente.
La oposición de Casado a Pedro Sánchez dependerá, en gran medida, del resultado de Nuñez Feijóo en Galicia, según las fuentes consultadas. Si pierde la presidencia de la Xunta de Galicia, el plan de Faes se intensificará y se reeditará un Váyase, señor Sánchez.