La guerra entre los dos socios del Govern independentista de la Generalitat --JxCat y ERC-- también erosiona a una de las numerosas asociaciones subvencionadas afines al Ejecutivo catalán. Se trata de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), donde los roces entre nacionalistas también están a la orden del día. Uno de sus sectores, radicado en la región tarraconense de las Tierras del Ebro, ha alzado ahora la voz para denunciar públicamente el "control partidista" que a su entender está llevando a la entidad paragubernamental "al estancamiento total y a una lenta y silenciosa destrucción".

El colectivo crítico ha lanzado un manifiesto, titulado "Salvemos a la ANC, ¿podemos aún?", en el que da cuenta de los encontronazos internos que ha venido acumulando esta organización impulsora del procés secesionista en los últimos años.

Indignados con Paluzie

Dolidos con la gestión de la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie --muy cercana al prófugo Carles Puigdemont--, y con parte del secretariado nacional de la entidad, la setentena de firmantes del manifiesto denuncia que la organización "ha perdido la esencia que la caracterizaba, su transversalidad, su fuerza negociadora, su presencia en el panorama político y su capacidad de presión política sin complejos".

Según fuentes de la ANC consultadas por Efe, la asamblea territorial de la entidad en Terres de l'Ebre arrastra desde hace unos años problemas de división interna, con un trasfondo de guerra partidista entre ERC y JxCat.



En el origen de la batalla interna está la renovación del secretariado nacional de la ANC en 2018: uno de los que entró en el órgano de dirección de la entidad, en representación de Terres de l'Ebre, fue Roger Heredia, que había concurrido como número 15 de la lista de ERC por Tarragona en las elecciones catalanas de 2017.

"Diferencias insalvables"

Heredia no contaba con el apoyo de Manel Alves, coordinador de la ANC en Terres de l'Ebre, y la entidad en este territorio se partió de facto en dos núcleos, que han ido conviviendo, con tensiones constantes, en los últimos dos años.

Esas "diferencias insalvables" entre los dos núcleos, señala el manifiesto, culminaron en un último choque, en febrero de este año, cuando Heredia publicó un artículo en el digital ultranacionalista ElNacional.cat en el que lanzó una diatriba contra el vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa, de JxCat, a quien definía como "el hombre del disenso".

La presidenta toma partido

La ANC Terres de l'Ebre aprobó un comunicado contra Heredia, pero las gestiones de Paluzie evitaron que la crisis saliera a la luz, si bien las desavenencias internas no hicieron más que ahondarse, hasta que, el pasado 27 de abril, Alves fue informado de que la dirección ya no lo reconocía como coordinador territorial.

Según fuentes del sector crítico, la propia Paluzie expuso a Alves que su mandato como coordinador había "caducado", por lo que ya no lo reconocía como responsable territorial de la ANC.

Los firmantes del manifiesto --entre ellos seis asambleas locales de la ANC en las comarcas del Ebro-- alegan que los casos de cargos con mandatos agotados son un "hecho habitual" en la organización, "por la falta de relevo en muchas asambleas territoriales".

Una asociación "controlada"

Consideran que la ANC se está convirtiendo en una "herramienta caduca, sin fuerza, quemada y totalmente controlada por aquellos que ahora dicen que no somos suficiente gente", en alusión velada a ERC.

"No podemos permitir que los partidos continúen poniendo a militantes en el secretariado nacional para utilizar el cargo de la entidad como altavoz y en favor de su partido", subrayan.

"Fraudes en las votaciones"

Y apuntan a irregularidades en las votaciones del órgano de dirección: "No nos podemos permitir más fraudes en las votaciones en los plenos del secretariado nacional, tal y como ha estado pasando en los últimos tiempos".