Una de las consecuencias del estado de alarma decretado por el coronavirus ha sido el aumento de la injerencia del presidente Quim Torra en TV3. Hasta el punto de haber encargado un barómetro a la medida de su enfrentamiento con el Gobierno, adjudicado a dedo a una empresa vinculada a la antigua Convergència y que "suspendió" a Pedro Sánchez con un muestreo mínimo. Al malestar generado por el bloqueo de la renovación de los cargos de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) y de las direcciones de la televisión y radio públicas, se añade ahora el férreo control que ejercen los enlaces convergentes de Torra, Núria Llorach y Vicent Sanchis.
“TV3 es hoy una televisión descontrolada ajena a la fiscalización del Parlament. La Mesa de la Cámara catalana administra con cuentagotas los órdenes del día virtuales y la comisión de control de la CCMA no se encuentra entre sus prioridades”, explican fuentes de la oposición. En efecto, los independentistas han dado prioridad al debate sobre la reforma del reglamento para celebrar plenos telemáticos, lo que allanaría la investidura de Carles Puigdemont.
Renovación pendiente
Pero la renovación pendiente de CCMA ni está ni se espera en la agenda parlamentaria. En octubre de 2019 se aprobó la reforma que amplía las mayorías necesarias para elegir a los directores de los medios públicos, y eleva las exigencias profesionales de los mismos. De ahí que JxCat retenga el poder --según los acuerdos previos a la pandemia, ERC debe asumir la presidencia de la CCMA y la dirección de TV3--, tanto en la toma decisiones editoriales como empresariales.
El comité profesional ha llegado a decir que no se tiene que permitir “la colonización de la antena para la actividad institucional”.
“La presidenta en funciones de la CCMA, Núria Llorach --militante del PDeCAT y de la extinta Convergència-- aprovecha el confinamiento de los otros tres miembros del consejo de gobierno --Armand Querol (PP), Antoni Peman (UDC) y Rita Marzoa (ERC)-- para entrometerse como nunca en aspectos editoriales, de programación y técnicos”, apuntan fuentes conocedoras de la situación.
La aprobación de los presupuestos de la Generalitat ha blindado un millonario presupuesto para los medios públicos catalanes.
El veto de Bartomeu y Rosell
Aseguran fuentes internas de TV3 que la complicidad entre Llorach y el director de la cadena, Vicent Sanchis, se ha hecho especialmente evidente durante estas últimas semanas de crisis pandémica y que entre las decisiones que han provocado más polémica entre los profesionales figura la operación de JxCat para silenciar al actual presidente y al expresidente del Barça, Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, respectivamente, en beneficio del aspirante convergente a la presidencia del club, Víctor Font, tal como adelantó en su día Culemanía.
Destacan, asimismo, el tándem formado por Llorach-Sanchis para compensar la caída de la publicidad en TV3 con la petición de una inyección económica de 14 millones de euros a la Consejería de Presidencia para “mantener bien engrasada la correa de transmisión con el Ejecutivo de Torra”, añaden.
La empresa que hizo los 'trackings' del 1-O
Pero la medida más controvertida ha sido el barómetro semanal que los informativos de TV3 y Catalunya Ràdio emiten durante este estado de alarma, algo sin precedentes en la cadena y que “solo pretende ensalzar la gestión de Torra y erosionar la de Pedro Sánchez y sus aliados de Unidas Podemos”. Precisamente, el pasado sábado, la sección sindical de CCOO TV3-CCOO calificaba de “intolerable” que la programación de la televisión pública “se haga desde el Govern. Muchos trabajadores se están jugando la salud como servicio esencial”.
Asimismo, el Sindicat de Periodistes i Professionals de la Comunicació a la CCMA recordaban que “el 23 de abril se cumplieron seis meses de la aprobación de la reforma de las leyes de la CCMA y el CAC por unanimidad. Parlamento, ¿habrá que esperar medio año más para que la aplique? ¿Quizás fue un trámite para apaciguar el clamor por el cambio urgente del consejo de gobierno?”.
El barómetro en cuestión fue adjudicado sin concurso previo a dedo a la empresa GAPS Política i Societat SL, instituto demoscópico vinculado a Convergència. Su fundador, Oriol Molas, formó parte de un think tank de CDC y suele ser el encargado de hacer las encuestas internas de JxCat. Esta empresa realizó los trackings de participación del referéndum de independentista del 1-O.
La adjudicación, según consta en el portal de transparencia de la CCMA, se cerró en el primer trimestre de 2020 por un valor de 14.000 euros. “Dispone de un universo de solo 400 encuestados por internet. Ni la metodología otorga credibilidad", lo que ya ha provocado las quejas de algunos profesionales en redes sociales.
En este sentido, portavoces de la CCMA han explicado a Crónica Global que “se trata de un contrato menor, de acuerdo con los límites económicos y con los procedimientos de la ley de contratos del sector público. Por lo tanto, todo es correcto”.
Muestreo que aumenta en cada ola
En cuanto al número de encuestas, “no es cierto que sean 400. Han sido 1.600 en esta última ola, ya que se va acumulando cada ola. Y todavía serán más en la próxima”, afirman.
Una de las conclusiones destacadas por TV3 del primer barómetro emitido fue “la aprobación de la gestión que está haciendo el Govern y el suspenso de la gestión del Gobierno y de las instituciones europeas”.
Según el barómetro, dos tercios de la ciudadanía aprueban la gestión del Govern, que obtendría un 5,2 de nota media. Muy cerca están los ayuntamientos, sobre todo los pequeños, que globalmente obtienen un 5,1. El de Barcelona, sin embargo, no llega al aprobado y se quedaría con un 4,8. “Cuanto más distantes están las instituciones de la ciudadanía, la valoración es más negativa. Así, un 51% de los encuestados valora negativamente el trabajo de la Moncloa y un 55% la de Bruselas”.
“Algunas piezas que aparecen en los Telenotícies van sin firma porque en la redacción pocos quieren ser cómplices de la intromisión neoconvergente”, afirman fuentes laborales.