Quim Torra no pierde ocasión de criticar al Gobierno español en cada uno de sus pasos para intentar frenar la pandemia de coronavirus. Este martes tampoco ha sido una excepción pues, nada más concluir la comparecencia del presidente Pedro Sánchez para anunciar sus planes sobre el confinamiento en las próximas semans, el todavía máximo dirigente de la Generalitat le ha acusado de "menospreciar" los argumentos del Govern independentista catalán para afrontar la desescalada.

"No han escuchado nada. La coordinación es centralización y menosprecio a todo lo que hemos argumentado", ha lamentado Torra quien, a su vez, ha despreciado la división por provincias de España, enumerándolas por su nombre en castellano en tono claramente despectivo: "Cataluña vuelve a 1883, a Lérida, Gerona, Tarragona y Barcelona. Toda la experiencia de gestión de la Sanidad en Cataluña por regiones y áreas sanitarias, a la papelera. Un grave error", ha publicado el dirigente ultranacionalista en su perfil de Twitter.

En la misma línea, su antecesor en el cargo, el prófugo Carles Puigdemont, también ha arremetido contra el Gobierno y la división provincial recordando el nombre de su impulsor, Javier de Burgos. "El mundo ha entrado en el siglo XXI, pero la España del Gobierno más progresista de la historia se refugia en la arquitectura territorial del siglo XIX", ha espetado el exalcalde gerundense de CiU.

Interpretación sesgada

La interpretación de ambos políticos independentistas, de todos modos, no refleja con fidelidad lo manifestado este martes por el presidente del Gobierno. Y es que, si bien Pedro Sánchez ha fijado la provincia como unidad territorial, también ha aclarado que “cabrán excepciones si resultan motivadas por las Comunidades Autónomas y tienen la aceptación por parte de la autoridad delegada, en este caso, del Ministerio de Sanidad”, según se recoge en la transcripción remitida por La Moncloa.

Torra, que hace apenas dos semanas defendía el "confinamiento total" y consideraba una "temeridad" la vuelta a la actividad de determinados sectores laborales no esenciales que no pueden teletrabajar, presentó el pasado fin de semana su propio plan de desconfinamiento, basado en las recomendaciones del epidemiólogo nacionalista Oriol Mitjà, y exigió a Sánchez que permitiera a la Generalitat tomar las riendas de la desescalada.