Dolors Bassa, exconsejera de Trabajo de la Generalitat condenada a 12 años de cárcel por sedición y malversación en el marco del procés, ha salido este lunes de la prisión para ir a trabajar. La política independentista consiguió un empleo en una residencia de ancianos que le permite, con base en el artículo 100.2 del reglamento penitenciario, abandonar Puig de les Basses durante el día.
Un familiar se ha trasladado hasta el centro penitenciario de Figueres (Girona) para recoger a Bassa y trasladarla hasta su nuevo puesto de trabajo. La presa ha recibido permiso para ofrecer sus servicios de lunes a viernes durante seis horas diarias, más de lo que se le permitía antes de que se decretara el estado de alarma por la pandemia del coronavirus.
Trabajo para salir de la cárcel
Bassa obtuvo los beneficios de la aplicación del artículo 100.2 a principios del 2020, antes de que el Covid-19 se extendiera por el país. A la exconsellera se le permitió abandonar la cárcel --para cuidar de su madre-- durante tres días a la semana, a razón de ocho horas cada jornada. Ello quedó suspendido cuando el Gobierno decretó el estado de alarma por crisis sanitaria.
Varios de los presos por el 1-O hicieron la petición de pasar el confinamiento en sus casas, hecho que fue rechazado. Se estipuló que esta medida solo podía ser aplicada a los presos en tercer grado, algo que no cumplen los secesionistas condenados por el Tribunal Supremo. Así, la única opción por la que podrían salir era si trabajaban en sectores esenciales, como lo es el del cuidado de personas mayores, en el que se ha introducido Bassa.
"Ansias de libertad" de Bassa
Instantes después de abandonar el centro penitenciario, Bassa ha enviado un mensaje a través de redes sociales en el que ha declarado sus "ansias de libertad" y ha enviado "un abrazo amarillo y lila". También ha reconocido que se encontraba "feliz" por salir a trabajar a "una residencia de gente mayor, ahora que se necesitan tantas manos".
Después de cada jornada laboral, Dolors Bassa deberá regresar a la cárcel cada noche y no podrá compartir espacio ni entrar en contacto alguno con otros presos como medida para evitar la propagación del coronavirus.