Diferencia de criterios en el gobierno municipal de Barcelona, y no es la primera vez. El teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle (PSC), se ha desmarcado hoy viernes de las críticas de la número dos de Ada Colau en Barcelona, Janet Sanz, a la industria del automóvil. El concejal socialista ha defendido el sector automotriz como "motor económico" y ha deseado que "siga creciendo".
Las palabras de Batlle, que van en la línea de lo que ha pedido el sector a Sanz tras desear ésta que la industria "no se reactive" tras el coronavirus, contrasta con la opinión de su compañera de Ejecutivo local. El concejal socialista sí ha puesto en valor los esfuerzos de las fábricas "para hacer coches lo más sostenibles posible". Ello, cree "seguirá pasando", fortaleciendo por ende este segmento económico.
"Gran esfuerzo del sector"
Durante una rueda de prensa de balance sobre las medidas desplegadas por el Ayuntamiento de Barcelona en la crisis del coronavirus, Batlle ha hecho una corta apreciación sobre la industria que criticó su compañera de Ejecutivo local. "Me gustaría hacer una consideración en positivo. El sector del automóvil, un motor económico, ha hecho un gran esfuerzo de adaptación en los próximos años para fabricar coches menos contaminantes", ha señalado Batlle.
Según el teniente de alcalde, esta senda hacia vehículos más verdes "seguro que la seguirán los fabricantes" en el futuro. "El proceso de incremento hacia una producción de automóviles más sostenibles debe incrementarse", ha subrayado el electo.
Sanz pidió desactivar el sector
Las declaraciones de Batlle suponen un espaldarazo al sector automotriz, muy golpeado por la crisis del coronavirus, que ha provocado despidos temporales en los grandes fabricantes. Pese al impacto mayúsculo sobre estas fábricas, la número dos de Ada Colau en Barcelona, Janet Sanz, también teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, ha abogado por "no reactivar" la industria tras el envite del patógeno y recolocar a los trabajadores en otros sectores menos contaminantes.
Las palabras de Sanz cayeron como un jarro de agua fría sobre este segmento económico. Ha provocado que la industria le envíe un dosier sobre creación de riqueza y empleo a la concejal y la censura de la patronal mayoritaria Foment del Treball, que rechazó el "ataque injustificado" al sector.