El papelón de la diplomacia catalana ante el coronavirus: "Llame al consulado"
El consejero de Acción Exterior asegura haber ayudado en un millar de repatriaciones, pero el ministerio le recuerda que no tiene competencias para proteger o negociar vuelos de regreso
22 abril, 2020 00:00Sostiene la Generalitat que, gracias a su red de embajadas, cerca de mil catalanes que se vieron atrapados en el extranjero al decretarse el estado de alarma por el coronavirus han podido ser repatriados. Unas embajadas que, más allá de atender consultas y remitir a los afectados a los consulados correspondientes –lo que podría hacer cualquier particular--, no tienen competencias para repatriar, negociar vuelos o corredores de movilidad, o pactar con las autoridades locales.
La normativa es muy clara en este sentido, según explican a Crónica Global fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Recuerdan que son los consulados los competentes en materia de asistencia, repatriación y protección de españoles en el exterior.
"Un millar de consultas"
Sin embargo, la Consejería de Acción Exterior de la Generalitat asegura que desde el 12 de marzo, un equipo de emergencias y las 15 delegaciones del Govern en el exterior han atendido casi un millar de consultas que afectan a un total de 1.950 personas con problemas para volver a Cataluña.
"Hoy podemos decir que el 80% de los casos de catalanes que nos han contactado ya están resueltos, es decir, han podido volver a casa o hacer el confinamiento con condiciones en los países donde se encuentran", aseguró el nuevo titular del departamento catalán, Bernat Solé --quien sustituyó a Alfred Bosch después de que dimitiera por un caso de acoso sexual en la consejería-- en su primera comparecencia parlamentaria. A su juicio, ha quedado demostrado que las oficinas en el exterior son "una herramienta importantísima" y que el Departamento de Acción Exterior ha sido "la referencia de los catalanes en el mundo".
Vídeo del Departamento de acción Exterior / YOUTUBE
Las citadas fuentes del ministerio remiten al artículo 47 de la Ley de Acción y Servicio Exterior del Estado, por el que los consulados de España, como parte del Servicio Exterior del Estado, tienen atribuidas las funciones de prestar asistencia y protección a los españoles en el extranjero. Asimismo, añaden, el artículo 11 de la misma ley establece que las actividades que puedan desarrollar en el exterior las comunidades autónomas en el ejercicio de sus competencias se ajustarán a los fines y directrices de política exterior fijados por el Gobierno.
“De lo anterior se infiere que solo los consulados de España tienen las competencias de asistencia y protección a todos los ciudadanos españoles, entre las que se incluyen también las repatriaciones”, concluyen portavoces del ministerio.
"Tomadura de pelo"
“Esas oficinas se han limitado a actuar como un particular que coge el teléfono y remite al correspondiente consultado. ¿Para eso necesitamos un gasto de 7,5 millones de euros anuales en embajadas?”, se pregunta la diputada de Ciudadanos, Susana Beltrán, quien califica de “tomadura de pelo” las afirmaciones de Solé. “Ni pueden repatriar, ni negociar vuelos ni corredores de movilidad, ni pactar con las autoridades locales”, precisa.
Se refiere a los acuerdos internacionales en los que participa el Gobierno de España que permiten activar mecanismos de protección civil en supuestos de desastres naturales o crisis sanitarias, como es el caso del Covid-19. Ello permite fletar aviones por causas humanitarias para repatriar ciudadanos, contemplando escalas en determinados países si es preciso.
Más de 23.000 repatriados por el ministerio
El Ministerio de Exteriores había repatriado hasta el 5 de abril a unas 20.000 personas desde que estalló la crisis. Asimismo, el Gobierno ha puesto en marcha el servicio llamado ALOJA para facilitar el contacto entre ciudadanos españoles que residen en el exterior y deseen ofrecer alojamiento a otros compatriotas que aún no han podido regresar a España y necesitan ser acogidos temporalmente.
“Es ridículo. Pagamos millones por oficinas que cogen el teléfono para remitir a los catalanes a los consulados correspondientes o sugerir que se pongan en contacto con otros catalanes. Con voluntarios se puede hacer, yo me ofrezco”, ironiza Beltrán.
El consejero exigió a la ministra de Asuntos Exteriores que negociara a la baja los “precios abusivos” de los pocos vuelos comerciales que todavía existen para esas personas que han quedado atrapadas fuera, como alternativa a los vuelos fletados por el Gobierno.
El Govern se niega a crear un fondo de ayuda
Sin embargo, se da la circunstancia de que el Govern se ha negado a crear un fondo para ayudar a regresar a las personas que están aisladas en otros países a causa de la declaración del estado de alarma por el Covid-19. Así lo ha propuesto Ciudadanos en una enmienda de reasignación de partidas, consistente en recortar parte del presupuesto del Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI) --el cerebro digital de la Generalitat que externaliza todas sus actividades, pero que cuesta 530 millones de euros al año-- hasta llegar a los 583.378 euros. Una enmienda rechazada por Junts per Catalunya y ERC.
Otra de las ventajas de disponer de embajadas catalanas en el exterior es, según el Govern, la posibilidad de elaborar informes sobre buenas prácticas internacionales, como el relativo al desconfinamiento de los menores. Se trata de un estudio comparativo por países que, supuestamente, se ha llevado a cabo gracias a la existencia de esa red de delegaciones, paralela a la red comercial que depende de la Consejería de Empresa.