El juez ve cambios de criterio pero no aprecia delito en el hospital de campaña que ayudó a montar el Ejército en Sabadell (Barcelona). El magistrado ha sobreseído una denuncia por homicidio contra el Govern al considerar que no hubo conductas equivalentes a un tipo delictivo. Sí detecta el magistrado al menos un cambio de criterio de la Generalitat de Cataluña, que obligó a los militares a montar tiendas de campaña en la pista cubierta para luego, al no estar satisfecho con el resultado, hacérselas desmontar al Regimiento de Especialidades de Ingenieros (REI11).
Así lo explica el magistrado del juzgado de Instrucción número 3 de Sabadell en funciones de guardia, Javier Vázquez, quien ordenó libramiento de oficio a la Unidad Militar de Emergencias (UME) y al Departamento catalán de Salud para recabar información sobre posibles obstáculos interpuestos por la Consejería que comanda Alba Vergés y, también, cerciorarse de si dichas trabas merecían reproche penal.
Cambio de criterio, pero no delito
En un auto al que ha accedido este medio, el juez deja claro que no ve "elemento fáctico alguno que respalde la tesis de que las decisiones de la administración autonómica y sus agentes estuviera orientada por criterios ajenos al interés público o provocara perjuicios para la salud de las personas". Lo que sí que detecta el magistrado según se desprende de la resolución es que Salud cambió de criterio con respecto a las tiendas de campaña que montó el Ejército en el hospital temporal de Sabadell.
Enfatiza el titular de la sala de Instrucción número 3 que fue el propio Departamento de Vergés quien pidió ayuda al Ejército para montar el hospital de campaña el 29 de marzo. Cuando se comenzó el montaje de la instalación provisional, una vez el contingente militar procedente de Salamanca llegó a la localidad barcelonesa, fue también Salud quien ordenó a los efectivos que levantara sus icónicas tiendas verdes para alojar a los enfermos. Lo hizo la Consejería de Vergés pese a que el Ejército le propuso desde un principio instalar módulos prefabricados, como los existentes en el hospital de emergencia de Ifema en Madrid o en el polémico Fira Salut de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
Las tiendas, fuera
En efecto, y después de que el REI11 hubiera instalado "tan solo dos tiendas a modo de ensayo o prueba", la gerencia de Salut en el área metropolitana norte, que comanda la doctora Anna Aran, hizo desmontarlas al Ejército. ¿Por qué? "Por razones justificadas como la conveniencia de facilitar el control visual de los pacientes por el personal de enfermería y la necesidad de garantizar una higienización adecuada del espacio destinado a los enfermos", describe el magistrado citando las razones esgrimidas por la Consejería de Vergés. El equipo de la doctora Aran consideró también que desmontar las estructuras verdes permitiría "optimizar la superficie útil disponible maximizando el número de camas instaladas y la necesidad de evitar situaciones de claustrofobia o desorientación, especialmente entre pacientes de edad avanzada".
Pese a no observar indicios de delito según el criterio del juez de guardia, fuentes judiciales han lamentado que el magistrado "no haya dado vista" de los oficios recibidos de la Consejería de Salut o de la Unidad Militar de Emergencias. La ausencia de tipo penal tampoco esconde la tormenta política que generaron los cambios de criterio del Govern en el hospital de campaña de Sabadell, que la alcaldesa y los vecinos reclamaron como necesario.