Tres de los condenados por su participación en el procés vuelven, de nuevo, a salir de la cárcel para ir a trabajar. Se trata de Jordi Cuixart, Jordi Turull y Josep Rull, quienes contaban con este permiso de facto gracias a la aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario.
La Generalitat ha vuelto a activar estos permisos después de que el Gobierno redujera las medidas de reclusión social a causa del coronavirus. Esta decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez fue y sigue siendo muy criticada por el Govern, con Quim Torra a la cabeza, que sigue defendiendo la necesidad de un "confinamiento total" para evitar contagios. Pero, sin embargo, permite que los políticos presos vayan a trabajar.
Turull, Rull y Cuixart salen de la cárcel para trabajar en pleno estado de alarma / CG
Reincorporación de Cuixart
El primero de los independentistas juzgados por el referéndum del 1-O que se ha reincorporado a su jornada laboral ha sido Jordi Cuixart. El presidente de Òmnium Cultural ha salido de la cárcel de Lledoners a primera hora de la mañana en dirección a su empresa, Aranow Packaging Machinery, en Sentmenat.
Las medidas aplicadas a Cuixart para que desarrollara su actividad laboral, decretadas antes del inicio de la pandemia de coronavirus, le permitía salir de la cárcel cinco días laborables a la semana durante nueve horas y media.
Turull y Rull también vuelven al trabajo
Turull ha retomado su trabajo en el despacho de abogados Badia de Terrassa y Rull en las oficinas de los servicios corporativos de Mutua de Terrassa. Ambos exconsejeros tenían permiso para ausentarse de prisión cinco días a la semana durante 12 horas.
Sin embargo, este tiempo unía el permiso laboral y la realización de voluntariado, por lo que es posible que el periodo se reduzca. Los voluntariados y los cuidados a familiares han quedado excluidos como posibilidad para salir de la cárcel, según estipuló la Generalitat.
Aislados para evitar contagios
Tras finalizar su jornada, Cuixart, Turull y Rull regresarán a dormir a la cárcel de Lledoners, donde permanecerán aislados del resto de reclusos, en otro módulo y sin mantener contacto alguno con otros presos para evitar contagios.