La pugna entre Buch y Castells por suceder a Puigdemont en tiempos de coronavirus

La crisis del coronavirus ha supuesto un altavoz mediático para el consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, y el alcalde de Igualada (Barcelona), Marc Castells. Un protagonismo que encierra una pugna soterrada en las procelosas aguas neoconvergentes. La visibilidad de Buch agrada a Carles Puigdemont, que le avalaría como números dos de una candidatura a las elecciones catalanas que, como muy pronto, se celebrarían en octubre. Por el contrario, Castells es la apuesta de PDeCAT, aunque parte con desventaja.

Porque según ha podido saber Crónica Global, el entorno de Artur Mas también apuesta por Buch, según consta en las comunicaciones internas que estos días circulan con motivo de las comparecencias televisadas del responsable de Interior.

Dos alcaldes

Buch y Castells tienen en común una experiencia territorial, pues ambos han sido alcaldes –el primero de Premià de Mar, el segundo de Igualada--, por lo que se les presupone capacidad de gestión. Ambos son valores en alza en esa carrera por la sucesión de Puigdemont desde tiempo atrás. Pero los efectos de la pandemia han redoblado su apariciones en pantalla. Primero lo hicieron como una piña. Después la realidad, que es tozuda, ha distanciado sus posiciones.

Miquel Buch, consejero de Interior, muy 'presidencial', junto a las banderas catalana y europea / EUROPA PRESS

Sobre la vocación presidenciable de Buch, no ha pasado desapercibida en los conciliábulos soberanistas una anécdota. Hace varios días, desde el Govern se ordenó colocar al lado del atril donde el consejero ofrecía dos ruedas de prensa diarias retransmitidas en directo por TV3, una senyera y una bandera europea “para darle este toque institucional y elevarle a algo más que un consejero”, explican desde su entorno.

"El gobierno del Estado español"

Tampoco es insignificante que Buch use y abuse de la expresión "el gobierno del Estado español". Así, en castellano, para ganarse las simpatías del público más independentista y visibilizar retóricamente su enfrentamiento a "Madrid".

Dirigentes neoconvergentes próximos a Artur Mas, que se presenta como bisagra entre Puigdemont y PDeCAT, apoyan a Buch y aprovechan su gestión de la crisis para promocionarle.

Pero al consejero le ha salido un importante competidor, el alcalde de Igualada y expresidente de la Diputación de Barcelona, Marc Castells. Cuando el Govern ordenó confinar su municipio, así como otras tres ciudades de la Conca d’Òdena, Castells se puso al lado de Buch y de la consejera de Salud, Alba Vergès, para arremeter contra el Gobierno, denunciar una supuesta incautación de mascarillas y poner el confinamiento total de su ciudad como ejemplo de buena gestión.

El alcalde de Igualada, Marc Castells, durante la rueda de prensa

Pero el paso del tiempo minó la moral de los habitantes de Igualada, que se sentían conejillos de indias, y de su alcalde, que incluyó en sus reproches a la propia Generalitat. Castells, así como los otros tres alcaldes de la zona, tal como informó este medio, rechazaron pasar a la fase 2 de confinamiento que proponía el Govern si no se garantizaba un refuerzo sanitario y económico. Finalmente, ese endurecimiento no se ha producido y este sábado fue el propio Buch, ironías del destino, quien declaró el fin del aislamiento. De hecho hacía días que el presidente Quim Torra no hablaba de confinamiento total. ¿Fracaso del experimento? 

De esta forma, el dirigente de PDeCAT ha pasado engrosar la lista de alcaldes de todos los colores que anteponen el bien de sus vecinos a la politización de la pandemia. Pero, a pesar de su visibilidad mediática, el principal hándicap de Castells es que “es más de PDeCAT que de Puigdemont”.

En definitiva, que Miquel Buch parece estar mejor situado para poder ser el número 2 de Puigdemont en unas elecciones anticipadas en Cataluña, según anunció el presidente Torra, pero que la crisis de la Covid-19 obliga a posponer. No serán antes de octubre.