¿Cómo saldrá España de la crisis económica por la pandemia?
El grupo de analistas de Funcas augura un déficit del 5,5% del PIB para 2020, con una salida en forma de U por la dificultad de adaptación de sectores como el turismo
26 marzo, 2020 00:00Todo el esfuerzo realizado en los últimos años para equilibrar las cuentas públicas por parte de los distintos gobiernos de España puede quedar en saco roto. Una vuelta a empezar provocada por la pandemia del coronavirus. A pesar de las ayudas que se puedan recibir por parte del Banco Central Europeo o de la Unión Europea --que se siguen sin concretar-- España podría alcanzar hasta un 5,5% de déficit en 2020, y la deuda pública rebasará el 100% del PIB, una barrera psicológica. Son las magnitudes que presenta el equipo de analistas de Funcas, que dirigen Raymond Torres y María Jesús Fernández.
El pronóstico, y siempre que la situación comience a normalizarse a partir del mes de mayo, sin nuevos problemas durante el verano, es que España acabe sufriendo una caída del PIB del 3% este año, y un crecimiento en 2021 del 2,8%. Se trataría, en la práctica, de dos años perdidos para la economía, con la necesidad de reorientar medidas --en función de la nueva flexibilidad que ofrezca la Comisión Europea-- para rehacer el déficit y reducir la deuda pública.
No más allá de mayo
El Gobierno prevé, sin embargo, que la salida de la crisis sea fulgurante, debido a la naturaleza del parón económico, no forzado por una circunstancia concreta, por el mal funcionamiento de algún motor del sistema productivo --a diferencia de 2008 cuando, al inicio, se trató de una crisis financiera focalizada en los bancos--, sino por una pandemia que está afectando a todos los países de la Unión Europea. Esa salida, gráficamente, tendría la forma de una V. En cambio, para Funcas, la recuperación tendrá forma de U, porque uno de los principales sectores económicos de España, el turístico, --el 14% del PIB-- no podrá salir como una flecha de inmediato.
Pero el principal problema, y no sólo para España, es la propia duración de la pandemia. Si el control de la crisis sanitaria está cercano --sin nuevos brotes una vez que las autoridades sanitarias hayan paliado las situaciones más graves que puedan surgir en verano--, el análisis tendrá validez. Pero quedará en papel mojado si la pandemia se mantiene más allá del mes de mayo. Ello se basa en la experiencia de China y de los países asiáticos, como Corea del Sur, y siempre que el llamado bazuca del Banco Central Europeo (BCE) se concrete con abundantes recursos para comprar la deuda generada por los Estados. Esos son los condicionantes en los que se basan los analistas de Funcas, y también el Gobierno de Pedro Sánchez.
El aumento del déficit
El plan, por ahora, que ha anunciado el Ejecutivo español se centra en un flujo de 100.000 millones para aportar liquidez a las empresas. Eso supone alrededor del 8% del PIB y contará, según la proyección de Funcas, “con el concurso de la banca para facilitar a las empresas dicha financiación, que podría llegar a duplicarse en función del multiplicador del crédito concedido”.
El déficit del PIB llegará tras las distintas medidas adoptadas para paliar la situación por el parón económico. Unos 20.000 millones se destinarán para mantener el empleo y completar los ingresos de distintos colectivos en dificultad, lo que supondrá un 1,6% del PIB. Y, al no contar con importantes ingresos, por la menor capacidad recaudatoria, el déficit podría llegar, según Funcas, al 5,5% del PIB en 2020.
El papel crucial de la UE
El Gobierno español quiere que la Unión Europea se involucre a fondo, y que sea esta vez la que provoque la creación de eurobonos. Una petición que suscribe el equipo de analistas de Funcas. Una parte fundamental será la que protagonice el BCE, con la compra de bonos de hasta 750.000 millones de euros. Pero lo que está en juego es el papel de la Unión Europea. Funcas considera que todavía “se espera una respuesta de la UE proporcional a la dimensión del problema”, y que ya no será suficiente con la suspensión de las normas de cumplimiento de los objetivos de déficit.
Lo que se pide ahora es un programa de emergencia europeo, que se pueda financiar con “eurobonos”. Pero la posición de Alemania es determinante y se opone a esa solución. Lo hizo en la crisis de 2008, y responde, por ahora, de la misma forma con la crisis provocada por el coronavirus.