El alcalde de Igualada, Marc Castells, sigue sin hacer mención de los empresarios de la población que participaron en la feria de la piel de Milán una semana antes de la comida que pudo desencadenar el brote de coronavirus en la cuenca de Òdena.

En su comparecencia diaria para evaluar la situación en la zona, el posconvergente ha evitado hablar de la información revelada este sábado por Crónica Global, así como de la enfermera a la que se apunta como la paciente cero de Igualada. La profesional sanitaria desmintió que hubiera participado en la mencionada comida.

"No buscar culpables"

Tanto Castells, como la responsable del Departamento de Salud de la Generalitat, Alba Vergès, este sábado cambiaron el tono y llamaron a “no buscar culpables”, sin referirse a la información sobre la presencia de estos empresarios en la feria de Milán ni a la comida multitudinaria del 28 de febrero celebrada en el Ateneu de la localidad. Tampoco entraron a valorar las palabras de la enfermera y la propia Vergés se autocorrigió, por si hubiera podido parecer que la había acusado.

El silencio respecto a esta situación contrasta con las reclamaciones de Igualada a Generalitat y al Gobierno. El alcalde de la localidad subraya que es “un momento muy grave y complicado” y exige al Govern “que envíe efectivos” para los centros sanitarios y hospitalarios de la zona.

Exigencias

También solicita al gobierno catalán que “dote de un plan de contingencias” a las residencias de la ciudad, que cuentan con 480 camas y atienden a “personas de alta vulnerabilidad”. “Pedimos más médicos y personal sanitario”, insiste desde el 13 de marzo, el día en que empezó el confinamiento de la población.

El alcalde de Igualada también reclama al Ejecutivo el envío de 4.000 mascarillas que esperaba recibir entre el pasado jueves y el sábado. "No han llegado, y parece que mañana tampoco llegarán", lamenta, aunque asegura que "no queremos ninguna polémica, queremos las mascarillas".