El consejero de Educación, Josep Bargalló, rechaza la posibilidad de ampliar el curso escolar tras la orden de cerrar todos los centros educativos por la crisis del coronavirus. En una entrevista en Catalunya Ràdio este viernes, ha subrayado que la medida se prolonga solo durante 14 días y que eso permite “reprogramar” los itinerarios.
Bargalló insiste en que se ha ordenado el cierre de implica también “el cese de actividades lectivas” por lo que, por mucho que algunas escuelas quieran realizar actividades por vía telemática estas no serán evaluables. Asimismo, advierte de que acabaría siendo discriminatorio para aquellas familias que no tienen los recursos para acceder a internet o contar con los dispositivos necesarios.
Profesorado
Pese a que el consejero subraya que la medida se aplica tan sólo durante 14 días y no afecta tanto al curriculum escolar advierte de que la clausura de centros, “en función de la evolución, se puede alargar más tiempo".
Durante este periodo la consejería ha confirmado que los trabajadores de las escuelas van a seguir cobrando su sueldo, ya que “el personal docente está a disposición de la consejería”. Eso, en cambio, no implica que los profesores puedan permanecer en el centro o estén obligados a ir, como está sucediendo en algunas escuelas municipales. Insiste en que las escuelas deben estar sin actividad y no debe haber docentes dentro, igual que indica que los escolares debe salir “lo menos posible”.
Excepciones
El parón afecta de lleno las jornadas de puertas abiertas que habían programado algunos centros y se han tenido que cancelar. Diferente es el caso de los periodos de preinscripción. El departamento invita a que se pueda realizar online y estudia si pueden abrir unas horas para que el personal pueda aceptar solicitudes.
Universidades y escuelas de educación especial también se suman a las excepciones. Sobre estos últimos, estudian lo que es más conveniente “caso a caso”, mientras que Bargalló señala que “no podemos cerrar los edificios universitarios porque hay equipos de investigación y tampoco se puede suspender clases del todo, porque hay estudios semipresenciales”.
Comedor escolar
Una preocupación del consejero, es qué hacer con las 120.000 becas comedor que tienen diferentes familias en Cataluña, ya que se les debe poder facilitar esa comida, indica. Asegura que se están buscando soluciones para que los alumnos becados puedan disponer de esta ayuda que ya se les había concedido.
De manera colateral, el profesorado de los comedores escolares también los “preocupa” porque, pese a no ser docentes y, en muchos casos, no depender directamente de la consejería, se quedan sin trabajo y hacen lo posible para que no se queden sin ingresos.