El primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha confirmado este jueves que los 12 restaurantes que actualmente operan en el Port Olímpic seguirán abiertos, como mínimo dos años más, hasta que empiecen las obras de reforma prevista. No lo harán en cambio las discotecas del lugar a las que se les acaba la concesión este 2 de abril.

El socialista ha explicado la situación junto al director del Gremio de Restauración, Roger Pallarols, y la concejal de Comercio, Montserrat Ballarín. Todos ellos acordaron este martes que la cesión de estos espacios a los restauradores por parte del Ayuntamiento cuando termine la concesión actual el próximo mes.

800 empleos

Collboni defiende la importancia de “mantener este espigón de la restauración activo” que permite conservar “cerca de 800 empleos. Asimismo, el acuerdo permite “que la actividad en el Port Olímpic no pare y que las reformas se hagan por etapas”.

El Ayuntamiento de Barcelona reconoce que no sabe con exactitud cuando pueden iniciarse las obras de la zona que actualmente ocupan estos restaurantes. Ballarín prevé que sea en los "próximos dos o tres años". Hasta entonces se les alquilarán los espacios de forma transitoria a los restaurantes que mantienen su actividad.

Discotecas

Mientras la relación con los restaurantes es cordial y se les prórroga los permisos, las discotecas no corren la misma suerte. El mismo Collboni admite que su concesión también termina el 2 de abril, pero en este caso, no se les renovará. El consistorio pretende que estos locales de ocio nocturno "cambien de actividad".

Pallarols aplaude el acuerdo con los restauradores del Port Olímpic, pero lamenta que no se haya logrado un acuerdo a largo plazo. El director del gremio de restauración a la Generalitat de ser la responsable de esta “tardanza” por el tiempo que ha tardado en delegar las competencias al Ayuntamiento.

Competencias

El pasado 19 de diciembre el Govern acordó que la gestión del Port Olímpic pasara a ser municipal, pero no será plenamente efectiva a nivel administrativo a partir del 3 de abril por un período de 30 años.

Pallarols reconoce que, por ahora, han logrado la tranquilidad de restauradores y operadores. “Se salva el Port Olímpic, la restauración y los empleos. Queremos contribuir al Port Olímpic del futuro", asegura.