Un grupo de independentistas desesperados por la "inacción" de las grandes organizaciones secesionistas (como el ausente Tsunami Democràtic) se ha agrupado bajo el nombre Cotxes per la República. Y su carta de presentación ha dejado mucho que desear. Tanto, que el colectivo ha desconvocado su primera movilización antes de tiempo por el escaso éxito de participación.
Cotxes per la República pretendía "colapsar la espina dorsal de la red viaria catalana", la AP-7, entre la una de la tarde y las nueve de la noche de este domingo. Los organizadores llamaron a todos los conductores a realizar marchas lentas e, incluso, pagar los peajes poco a poco para saturar la autopista. Pero nada más lejos de la realidad. A las seis de la tarde, y "en vista del (poco) éxito", los activistas han cancelado su protesta.
"Somos muy pocos"
Mal ha comenzado esta movilización. Después de media hora, los impulsores de Cotxes per la República ya han constatado que eran "muy pocos". Sobre las cuatro, y en un intento desesperado de hacer ruido, han llamado a sus escasos seguidores a concentrarse entre las salidas 18 y 25 de la AP-7. A las seis han desconvocado las marchas.
Este colectivo había dado instrucciones a sus seguidores antes de salir (solo unas cien personas confirmaron su participación, aunque se desconoce si todas ellas iban a ir en vehículos distintos). Por ejemplo, llenar el depósito en las gasolineras cuyos propietarios se han posicionado a favor de la independencia.
Cámaras para grabarlo todo
Al margen de obviedades (como llevar el carné en vigor, la ITV en regla, las herramientas necesarias para cambiar un neumático y evitar el consumo de alcohol y drogas), Cotxes per la República también pedía poner cámaras delante y detrás de los coches para grabarlo todo.
Al final, ridículo absoluto. La organización ha animado a los conductores desperdigados a seguir con la protesta en los cortes de la Meridiana o de Girona.