“Hasta que no haya muertos nadie moverá el culo”. “Os vamos a montar un Ulster que os vais a cagar”. “Solo la CUP defendió que se desobedeciera al fascista Llarena”. Estas frases, escritas por el agente de los Mossos d’Esquadra Jordi B. en las redes sociales, podrían ser tipificadas como delito. Por ello, el Juzgado de Instrucción 3 de Santa Coloma de Farners (Girona) ha abierto diligencias previas tras la querella presentada por la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación. Los tuits de este agente, que se identificaba en las redes como @Jordibuti74, incluían graves insultos hacia diferentes personalidades, políticos y miembros del cuerpo de jueces y magistrados de este país.
“El tema de la cal viva era oficial o era una partida que provenía de las cloacas de vuestro Estado de mierda? Ni olvido ni perdón”, escribió.
El agente de la policía autonómica arremetió contra el entonces líder de Ciudadanos Albert Rivera --“las rayas son con polvo y blanquitas”-- y el expresidente del PPC, Xavier García Albiol --“es un desgraciado, si pudiera les querría en una prisión a hacer trabajos forzados. ¡Hagamos efectiva la república y liberémonos!”, puso--. Respecto al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, aseguró que es “una serpiente venenosa, una mala persona, con este idiota ni agua”.
La acusación particular en este proceso está ejercida por la cabo de los Mossos Inma Alcolea --azote del independentismo dentro del cuerpo policial a quien la Justicia ha dado la razón en varias ocasiones--, quien en enero de 2019 presentó una denuncia ante la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación en Girona. También lo hizo ante la Dirección General de la Policía de la Consejería de Interior, pero a diferencia del ministerio público, este departamento rechazó investigar a Jordi B.
“No se ha podido acreditar la realidad de los hechos denunciados en su escrito y, en consecuencia, no se ha podido fundamentar ninguna responsabilidad disciplinaria del agente”, aseguró el exdirector general de la policía autonómica, Andreu Martínez, quien tras dimitir por sus diferencias por el consejero de Interior, Miquel Buch, fue recolocado en la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA).
Alcolea recopiló hasta 31 tuits escritos por el investigado entre julio y septiembre de 2018 en los que el agente instaba a la desobediencia o aseguraba que “hasta que no haya muertos, nadie moverá el culo” o “tengo muy claro que solo la CUP defendió que se desobedeciera al fascista Llarena”.
La denunciante recordaba en su denuncia que Jordi B. es un funcionario público. “Véase como un miembro de los cuerpos de seguridad del Estado llama públicamente a la desobediencia en Cataluña para hacer efectiva la independencia de la Comunidad Autónoma de Cataluña respecto del Estado español, haciendo clara apología y provocación para la sedición”.