Pere Aragonés, Marta Vilalta y Gabriel Rufían en el Consejo Nacional de ERC / EFE

Pere Aragonés, Marta Vilalta y Gabriel Rufían en el Consejo Nacional de ERC / EFE

Política

ERC convoca una ejecutiva extraordinaria tras la inhabilitación de Torra

Los republicanos quieren valorar los pasos a seguir después de la decisión de la Junta Electoral Central

3 enero, 2020 20:12

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha convocado una nueva ejecutiva nacional extraordinaria después de que la Junta Electoral Central decidiera inhabilitar al presidente del Govern, Quim Torra.

A poco más de 24 horas de que el Consejo Nacional de ERC decidiera abstenerse en la sesión de investidura de Pedro Sánchez, los miembros de la ejecutiva se volverán a reunir el 4 de enero a primera hora de la mañana para valorar la decisión de la JEC.

Primeras reacciones

Tras la decisión de la Junta Electoral los mensajes lanzados por ERC fueron de apoyo al líder de JxCat, pero mientras unos, como el líder republicano Pere Aragonès, fueron un poco más moderados al entrar a valorar la decisión, otros como el diputado en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, la tildaron de "Golpe de Estado".

En la cita extraoridanria los máximos dirigentes republicanos tienen previsto coordinar una respuesta ante la inhabilitación del presidente Torra y valorar las consecuencias que puede tener en el futuro calendario político.

La JEC

Todo el foco está en ERC, dado que el presidente de la Cámara catalana es el republicano Roger Torrent, quien debe decidir si tramita la orden de la Junta y ejecutarla –eso pasaría por la convocatoria de la Mesa del Parlament--, lo que implicaría celebrar una sesión de investidura para que el partido de Torra, Junts per Catalunya, designe a un nuevo candidato para ser votado. 

La reunión extraordinaria del partido coincidirá con la primera sesión de investidura de Pedro Sánchez, en el Congreso, en la que, hasta ahora, estaba prevista la abstención de los de Esquerra. Ante esta situación, el reto de los republicanos será afrontar el difícil equilibrio que supone mantener esa lealtad demostrada al presidente Torra e implicarse, aunque sea desde la barrera, en una gobernabilidad que Torra y Carles Puigdemont identifican con un Estado opresor que produce resoluciones judiciales como la de la JEC.