Bronca espontánea, pero, en realidad, casi programada. Los dirigentes de Esquerra Republicana han mostrado su enfado con el ministro de Fomento y secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, por señalar que el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez está cercano y que los republicanos habrían renunciado a la unilateralidad. “Con chantajes el acuerdo se aleja”, ha señalado la portavoz de ERC, Marta Vilalta. Sin embargo, el escollo real es el congreso de Esquerra, que se celebra este sábado.
El tono ha cambiado en los últimos días. En el Parlament las discusiones se centran en la política impositiva de la Generalitat, con un acuerdo entre el Govern y los Comuns para elevar el tramo autonómico del IRPF y facilitar la aprobación de los presupuestos. Y es que las negociaciones de Esquerra con el PSOE se han intensificado, y todo se pone en juego, con una triangulación entre ERC, PSOE y Comuns, que puede posibilitar presupuestos en el Ayuntamiento de Barcelona, en la Generalitat y en el Congreso.
La versión de los presidentes autonómicos
Los socialistas han querido ofrecer un mensaje optimista y mantienen la idea de que la investidura de Sánchez pueda llegar en la última semana de diciembre, o en los primeros días de enero. Lo que se discute es cómo se puede establecer un canal entre los dos gobiernos, el español y el catalán, que no sea la comisión bilateral Estado-Generalitat. Es decir, una negociación bilateral, que, sin llegar a acuerdos concretos, sí se pueda reunir de forma periódica para intercambiar propuestas. Y eso está a punto de concretarse, porque los negociadores socialistas han asumido el coste de esa operación. Ya no queda otra posibilidad: o gobierno, con ese pacto con ERC, o un terreno desconocido, en el que ni PP ni Ciudadanos quieren facilitar la investidura.
En el primer caso, Sánchez dispondría de un Gobierno, con un presupuesto para 2020 –esa es una condición que los republicanos están dispuestos a facilitar—y cuatro años por delante, porque es prácticamente imposible una moción de censura. Y, pese a las críticas de PP y Ciudadanos, y también las que proceden del interior del PSOE y de algunos presidentes autonómicos, Sánchez está dispuesto a seguir adelante.
El congreso de ERC, determinante
Ese intercambio de propuestas, que Ábalos ha admitido, ha dejado a los republicanos en una situación difícil. No se desea desvelar nada hasta que no concluya el congreso del partido, que está previsto para este sábado. Esquerra no puede llegar a ese congreso con todo cerrado, pendiente también de la decisión del Tribunal de Justicia de la UE sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, que se producirá este jueves. Esa cuestión no será determinante para los republicanos, pero lo que tiene clara su dirección es que necesita unos días más para concretar mejor el acuerdo, y para salir con éxito del congreso de este fin de semana.
El enfado es real, no por el PSOE, sino por las “interpretaciones” que se han sugerido, a través de los medios de comunicación, según las fuentes republicanas. El hecho es que, por ahora, todo sigue en pie. Y falta rematar el pacto, lo que facilitaría la investidura a Sánchez y tiempo para Esquerra, en su intento de gobernar la Generalitat cuando se convoquen elecciones autonómicas.