Era imprescindible reservar asiento, pero ante la expectación generada, la organización decidió abrir las puertas a las dos decenas de personas que se habían quedado sin entrada. La presentación del libro Estàvem cansats de viure bé, del periodista Albert Soler, llenó este martes El Mama, en Barcelona, donde no faltaron Víctor Amela, prologuista, y Ramón de España, columnista de Crónica Global. Todos ellos hicieron un llamamiento al outing aplicado a la política; esto es, a salir del armario y plantar cara al independentismo, pero con el arte, talento y sentido del humor que les caracteriza.

Presentación del libro "Estàvem cansats de viure bé" de Albert Soler / CG

Soler, que vive en Girona --la capital de la Cataluña catalana, según el president, Quim Torra-- y escribe en el Diari de Girona, explicó que en Barcelona es más fácil pasar desapercibido, pero que en su ciudad todos se conocen. Sin embargo, cada vez hay más gente que le muestra su apoyo y reconocimiento en privado. "Muy mal tienen que estar las libertades en Cataluña cuando me agradecen a mí ser la voz de quienes no pueden hablar", reflexionó el periodista.

Soler: "Han perdido el sentido del humor"

Durante la divertida presentación de su recopilatorio de artículos, Soler se confesó "incapaz" de tomarse "en serio" a los gobernantes y guías de esta Cataluña, y añadió que "todo será suyo --las calles, las tradiciones-- menos la risa": "Eso será nuestro y de todos nosotros; [los independentistas] han perdido el sentido del humor".

Adolf Cabruja interviene en la presentación del libro "Estàvem cansats de viure bé" de Albert Soler

 

El periodista, que comentó con su ácida ironía que la consellera de Cultura, "la Barbie", no pudo asistir al acto porque estaba decorando la Consejería y el Parlament, pidió disculpas porque de Girona han salido el Vivales (Carles Puigdemont), Torra, Roger Torrent (presidente del Parlament)... y el cantautor Lluís Llach. "A cambio nos mandáis a Pilar Rahola a la Costa Brava", bromeó ante un público entregado. También mencionó a Ramon Cotarelo, nuevo vecino gerundense, "que viste como un joven de 15 años y, peor, habla como un joven de 15 años", lo que "le convierte en intelectual de referencia del procés".

De España: "Insultando en catalán los dejas preocupados"

Sobre Barcelona, deslizó que dicen que "se hace fortuna con facilidad". "Basta con acercarse a un campamento que tenéis aquí, preguntar por la caja de resistencia y echar a correr", comentó a raíz del robo de 30.000 euros que denunciaron los acampados en plaza Universitat. Terminó su intervención con un "¡viva el procés!", porque le ha permitido conocer a gente "interesantísima", como Ramón de España.

El público durante la presentación del libro "Estàvem cansats de viure bé" de Albert Soler

Precisamente, Ramón de España reconoció el "mérito" que tiene Soler por escribir sátira contraria al procés en catalán y desde Girona: "No es lo mismo reírse del procés en castellano que en catalán", dijo, y añadió que "insultando en catalán los dejas más preocupados". En esta línea, confesó que los textos del periodista le engancharon. Descubrió que tenía "un hermano, una alma gemela" en "la capital de la Cataluña catalana". Por cierto, añadió que el procés y el lazo amarillo "han traído la felicidad a la tercera edad", porque los mayores han pasado de mirar obras a divertirse en las calles.

Amela analiza el título del libro

Antes que el autor también intervino el periodista Víctor Amela, que comenzó su exposición con un "¡viva España!", y quien agradeció a Soler que le haga reír en cada coma, en cada punto, en cada punto y coma. "Eres muy bueno. Es leñero, pero muy fino a la vez", argumentó. En su parlamento hizo referencia al título del libro, "un análisis sociológico que ni el más pintado". Una frase que sugiere que los independentistas han asumido que tienen que "liarla", "estropearlo todo" para sentirse "vivos". "Los abuelos lo pasaron mal, vamos a pasarlo mal, ¡cojones!", sentenció.

El libro "Estàvem cansats de viure bé" de Albert Soler

"¿Por qué escribo así? Porque me divierto. Si eso ayuda a alguien... o si molesta a alguien me gusta más", concluyó Soler antes de que el músico Alfonso Vilallonga cerrara el acto con dos de sus canciones antiprocesistas cargadas de sentido del humor, y donde no faltan alusiones a los "burgueses oprimidos" y al "rebaño" independentista de la "Dinamarca del sur" que sigue a su pastor a pesar del "fraude".