El Tribunal Constitucional (TC) ha archivado los recursos de amparo sobre la suspensión de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull en el Congreso de los Diputados. Esta vía judicial fue comenzada cuando los tres independentistas contaban con un escaño en la Cámara Baja --al ser elegidos en las elecciones del 28 de abril-- y la Mesa del Congreso decretó la suspensión de sus cargos por el juicio al que se enfrentaban en el Tribunal Supremo.

Ahora, las cosas han cambiado. Tanto el expresidente de la ANC como los exconsejeros catalanes han dejado de ser diputados, por lo que la causa ha dejado de tener "objeto". Es decir, que no hay fundamento para revisar los casos. 

Congreso disuelto

La decisión del Constitucional se refiere a hechos previos a las elecciones celebradas el domingo 10 de noviembre. Según señala el tribunal de garantías, los acuerdos de la Mesa por los que Sànchez, Turull y Rull fueron suspendidos carecen de efectos desde que el Congreso fuera disuelto, es decir, desde el 24 de septiembre y días después de que Pedro Sánchez convocara a las urnas.

Los tres autos que componen el acuerdo del pleno del Constitucional fueron realizados el 30 de octubre, aunque se han dado a conocer el lunes 11 de noviembre, un día después de los comicios generales. En el escrito judicial se argumenta que "los efectos de los Acuerdos de la Mesa del Congreso de los Diputados de 24 de mayo y de 11 de junio de 2019 se han agotado en el momento de resolver el incidente de suspensión", pues al disolverse las cortes quedó concluido el mandato de los diputados entonces electos.

Inhabilitados

A todo ello se une que ni Jordi Sànchez, ni Jordi Turull ni Josep Rull podían presentarse a las elecciones del 10N como candidatos a obtener, de nuevo, un asiento en el Parlamento español. Los tres fueron condenados e inhabilitados para ejercer cargos políticos por el Tribunal Supremo en la sentencia publicada el 14 de octubre de 2019, aunque sus penas son diferentes. 

Turull, que ocupaba la Consejería de Presidencia durante la legislatura en la que se fraguó el 1-O, fue condenado a 12 años de prisión por sedición y malversación por su implicación en dicho referéndum. Por su parte, sobre Rull pesa una condena de diez años y medio de cárcel por sedición, mismo delito al que se le acusa a Sànchez que ha sido condenado a nueve años entre rejas.