Los consejeros de JxCAT se conjuran para alargar la legislatura
Los exconvergentes esperan aprobar los presupuestos de 2020 con los comunes y “hacer política” en Madrid
27 octubre, 2019 23:46La batalla interna en el Govern de Quim Torra es de gran intensidad. Y lo es porque mientras Esquerra Republicana cree que no hay nada que hacer con el actual presidente, y que se deben convocar elecciones cuanto antes, los consejeros de Junts per Catalunya se han conjurado para alargar la legislatura todo lo que puedan. Hay muchas cuestiones en juego, y, hoy como ayer, lo prioritario es mantener el poder. La voluntad de los exconvergentes es aprobar los presupuestos de 2020 con los comunes y consolidar el espacio político, con una mejor organización interna.
Consejeros como Damià Calvet, Ángels Chacón o el propio Miquel Buch, cuestionado por los suyos por las actuaciones de los Mossos d’Esquadra, quieren mantener la legislatura y tratar de aprovechar todos los recovecos que tengan a mano para “hacer política”. Una de las oportunidades se abrirá el 10 de noviembre, con las elecciones generales.
El 'peligro' de la gran coalición
Aunque las expectativas son modestas –mantener los actuales siete diputados—la intención es negociar leyes, pactar medidas que surjan del Gobierno y tejer algunas complicidades con otros grupos parlamentarios. Eso sí, “se descarta cualquier voto gratis al Ejecutivo”, pensando a priori que será un Gobierno presidido por Pedro Sánchez, según el consejero de Territori, Damià Calvet.
El peligro para Junts per Catalunya, y también para Esquerra Republicana, es que el PSOE se decante por una gran coalición, en la práctica, con el PP. El PSOE, que está estacando en las encuestas, no tendría otra salida para poder gobernar que pedir la abstención de Pablo Casado. En ese caso, y gobernando en minoría, se podría apoyar con los populares para sacar adelante muchas medidas, comenzando por los presupuestos para el próximo año.
¿Quiere negociar ERC el presupuesto?
Eso dejaría al independentismo en Madrid en la estacada. Pero, ¿qué pasaría en Cataluña? Junts per Catalunya se lo va a poner muy difícil a Esquerra Republicana. La paradoja es que quien intenta pactar los presupuestos de la Generalitat es el consejero de Economía, el republicano Pere Aragonès. ¿Hasta qué punto Esquerra tendrá interés en negociar partidas con los comunes que aseguren su voto?
Los propios comunes señalan que verían “bien y necesario”, que miembros de Junts per Catalunya, de consejeros del Govern, participen en esas negociaciones, para comprometer a todo el Ejecutivo catalán en las cuentas de la Generalitat.
Hacer de JxCAT un partido
Para los exconvergentes ganar esa batalla es vital. Si se aprueban las cuentas se ganará todo un año, un tiempo crucial para despejar diversas incógnitas. La primera, la situación del propio Carles Puigdemont, que deberá afrontar la reactivación de la euroorden que ha dictado el juez Pablo Llarena. Pero la principal, al margen de quien lidere ese espacio político, es dilucidar cómo se organiza de forma interna.
Es decir, los consejeros exconvergentes del Govern tienen decidido que el espacio se llama y se llamará Junts per Catalunya, y que ahora se debe articular internamente, con un secretario de organización fuerte, que lo articule, y que sepa integrar al PDeCAT.
Un puente entre Waterloo y PDeCAT
Tras las elecciones municipales, de mayo de este año, la marca política tiene cuatro años por delante. Son alcaldes y concejales, consejeros comarcales, diputados provinciales, cargos que seguirán durante todo ese tiempo. “¿Cómo no aprovechar todo ese valor?”, señalan consejeros de JxCAT.
Pero para ello se necesita un tiempo prudencial, aprovechando todos los activos, también el de Artur Mas, que insiste en ejercer una labor de puente entre Waterloo, donde se encuentra Puigdemont y el PDeCAT, que preside David Bonvehí, y los consejeros que provienen de la exConvergència, como el propio Calvet.
El arma de los republicanos
¿Puede romper Esquerra Republicana ese propósito de Junts per Catalunya? Tiene un arma potente que, sin embargo, la dirección del partido duda en activarla. Sin presupuestos, --y esa responsabilidad es de Aragonès—y ante la negativa de Quim Torra a convocar elecciones, Esquerra puede salir del Govern.
Con un distanciamiento de ese calibre, con la ruptura del apoyo parlamentario a Torra, ¿qué podría hacer el actual presidente de la Generalitat?
Convocar elecciones
Sólo podría convocar elecciones, pero situando toda la presión a los republicanos como responsables de la ruptura de un gobierno independentista, justo en un momento de “represión” del Estado, tras una “dura” sentencia condenatoria a los dirigentes independentistas, por parte del Tribunal Supremo y frente a una previsible alianza entre el PSOE y el PP en Madrid. ¿Se lo puede permitir Esquerra?
Esa es la lucha, el juego de posiciones, entre Junts per Catalunya y Esquerra, mientras en las calles proliferan los actos violentos, con una crítica frontal a los Mossos d’Esquadra, considerados hasta hace bien poco como una de las pocas estructuras de Estado de la autonomía catalana.