El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat tardará todavía semanas en recuperar la total normalidad después de que miles de independentistas invadieran las instalaciones el lunes en respuesta a la sentencia condenatoria contra los líderes del 1-O. El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, cifró en 10.000 las personas que, convocadas por Tsunami Democràtic, bloquearon los accesos y obligaron a intervenir a las fuerzas de seguridad.
Aena, el gestor aeroportuario, trata ahora de averiguar a cuánto ascienden las pérdidas por los destrozos ocasionados por los manifestantes, pero tras una primera aproximación de urgencia podrían ascender a dos millones de euros.
Destrozo de cámaras, ventanas y equipos antiincendios
Aena ha confirmado a este medio que los daños fueron “leves” en general, en tanto que “no afectan a la operativa normal” del aeropuerto. Pero son numerosos y costosos. Según ha podido saber Crónica Global, el tsunami se llevó por delante equipos antiincendios, cámaras, sistemas de guiado, ventanas (rotas y pintadas), cartelería y papeleras, entre otros objetos del mobiliario. “Lo típico cuando hay concentraciones de este tipo”, de tantas horas –desde el mediodía hasta las diez de la noche, cuando Tsunami Democràtic disolvió la protesta– y con enfrentamientos con la policía, explican las fuentes consultadas.
Lo más vistoso a simple vista, sin embargo, son los carros portamaletas amontonados, empleados como barricada, e inmortalizados por los fotoperiodistas, turistas y trabajadores que pudieron acceder a las instalaciones antes del bloqueo de los accesos. Las imágenes hablan por sí solas. En total, hay 8.000 de estos vehículos repartidos por el aeropuerto de El Prat. Las fuentes del sector consultadas explican que el precio de cada unidad ronda los 430 euros, IVA incluido. Con todo, Aena desconoce por ahora cuántos de ellos quedaron inservibles.
El parking de la T1 de El Prat, el peor parado
Los daños más graves se registran en el aparcamiento de la T1. Dentro y fuera. Nadie sabe todavía cuántos coches sufrieron rayadas y rotura de faros. Al margen de los vehículos afectados, el maremoto independentista destruyó máquinas de entrada y salida –las que dan y recogen los tiques–, barreras, elementos fijos e indicadores de plazas libres. Los allí concentrados también emplearon mangueras para lanzar agua a los agentes de la Policía Nacional y de los Mossos d’Esquadra, y extintores, que vaciaron y también lanzaron a la policía. Aquí sí los daños son “importantes” para el normal funcionamiento, aunque el parking reabrió el martes –excepto las entradas más dañadas–.
Las fuentes preguntadas sostienen que “las empresas proveedoras de servicios” siguen evaluando los destrozos e informando debidamente a Aena. Y, aunque no hay una cifra oficial –el dato definitivo tardará unos días en aparecer, porque “no está todo cuantificado”–, las primeras inspecciones de urgencia elevan el coste de reparar los daños al entorno de dos millones de euros. No hay que olvidar que la protesta provocó la cancelación de 110 vuelos el lunes y la anulación preventiva de 45 más programados para primera hora del martes.