El director de los Mossos d'Esquadra, Andreu Martínez, ha presentado su dimisión tras 15 meses en el cargo. Le sustituye Pere Ferrer, jefe de gabinete del conseller de Interior durante los últimos cinco años.
Martínez se va en vísperas del segundo aniversario del 1-O y ante un otoño caliente por las movilizaciones previstas para dar respuesta a la posible sentencia condenatoria del procés.
Una etapa cumplida
El ya ex director de la policía catalana "considera que ha cumplido una etapa" con medidas como las nuevas convocatorias de agentes de Mossos y la incorporación de la policía catalana al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco).
Ferrer, por su parte, tomará el mando este 1-O, en una jornada en la que se prevén movilizaciones y acciones por el segundo aniversario del referéndum ilegal, lo que ha llevado a los Mossos d'Esquadra a reforzar sus dispositivos para hacer frente a posibles incidentes.
Los Mossos, en el punto de mira
Además, este relevo coincide con el inicio de un ciclo de protestas que podrían ir en aumento si la sentencia del procés es condenatoria, lo que situará de nuevo en el punto de mira a los Mossos d'Esquadra por su papel ante los incidentes que puedan provocar sectores del independentismo.
De hecho, la policía catalana ya se vio envuelta en la confrontación política la semana pasada, cuando Buch aplazó la Comisión Mixta de Seguridad entre el Gobierno y la Generalitat –aunque ya se había celebrado una primera reunión técnica entre mandos de la Policía Nacional, los Mossos y la Guardia Civil–, en medio de la polémica por la detención de los CDR y la resolución del Parlament exigiendo la retirada de la Guardia Civil de Cataluña.
El adiós de Martínez se suma al relevo de otros responsables clave del Departamento de Interior desde que Buch es conseller: en junio, Eduard Sallent sustituyó a Miquel Esquius –ni siquiera llevaba un año en el cargo– como jefe de los Mossos d'Esquadra.
La semana pasada, además, Buch destituyó a su responsable de Comunicación, Joana Vallès, tras publicarse en los medios que los Mossos planeaban usar gas pimienta para atajar incidentes en las movilizaciones de este otoño, y nombró en su lugar a Joan Piqué, excolaborador del expresidente Carles Puigdemont.