Siete detenidos en Cataluña este lunes por delitos de terrorismo, rebelión y tenencia de explosivos están a la espera de pasar a disposición judicial ante la Audiencia Nacional. Los dos restantes han quedado en libertad, horas después de ser arrestados por la Benemérita.
Los arrestados trasladados a Madrid declararán ante el magistrado entre el miércoles y el jueves. Los dos que han quedado en libertad en Barcelona se encuentran a la espera de la citación del Juzgado central número 6 de la Audiencia Nacional.
'Operación Judas'
Los detenidos son todos hombres, excepto una mujer, con edades comprendidas entre los 35 y los 50 años. Entre los arrestados en la bautizada como operación Judas se encuentran Eduard Garzón y David Budria, que ya fueron investigados en febrero por la protesta en los alrededores de la cárcel de Lledoners durante el último traslado desde Cataluña a Madrid de los exdirigentes catalanes presos.
La Guardia Civil ha intervenido "abundante" material en los diez registros practicados en la provincia de Barcelona: cuatro en Sabadell y los restantes en Mollet del Vallès, Cerdanyola del Vallès, Santa Perpètua de Mogoda, Sant Vicenç de Torelló y Sant Fost de Campsentelles. Según fuentes de la investigación, en los registros se ha hallado información sobre un cuartel, sobre edificios estatales y también de infraestructuras críticas.
"Grupo terrorista"
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha calificado de "grupo terrorista" a los nueve arrestados y ha asegurado que sus "proyectos terroristas" estaban en un "avanzado grado de preparación", pues tenían ya "objetivos seleccionados".
Además, el Ministerio Público ha confirmado que la operación se ha desarrollado ante la "certeza" de que los detenidos planeaban acciones violentas y que disponían de precursores de explosivos, pendientes del análisis de los especialistas.
Manifestaciones de protesta
Esta tarde se han celebrado concentraciones de protesta ante la Delegación del Gobierno y las dependencias de la Guardia Civil de la Zona de Barcelona, así como en acuartelamientos de Girona y Tarragona. Simpatizantes independentistas han censurado la operación policial