Artur Mas y Carles Puigdemont el día del relevo al frente de la Generalitat / EFE

Artur Mas y Carles Puigdemont el día del relevo al frente de la Generalitat / EFE

Política

El PDeCAT pone precio a su piel antes de 'venderse' a Puigdemont o Mas

Los exconvergentes rechazan una posible escisión en el cónclave de Poblet y preparan el adelanto electoral en Cataluña para competir contra ERC

27 agosto, 2019 00:00

El PDeCAT resistirá hasta el último momento. Quiere poner en valor todo lo que representa, con cuadros, dirigentes y alcaldes que alzarán su voz cuando no quede otro remedio que formar parte de un nuevo instrumento electoral, que dominará o Carles Puigdemont o Artur Mas, a través, con toda probabilidad, de Junts per Catalunya. Es el precio que el PDeCAT quiere constatar en el cónclave que se celebrará el 21 de septiembre en el monasterio de Poblet.

Los exconvergentes todavía tienen algunos instrumentos notables. La excoordinadora general, Marta Pascal; los exdiputados en el Congreso, Jordi Xuclà y Carles Campuzano; o exconsejeros como Lluís Recoder, o alcaldes como Marc Castells. Ninguno de ellos se perfila como futuro dirigente de un nuevo partido, pero todos desean influir para que sus tesis, catalanistas, soberanistas, pero que renuncian a vías independentistas unilaterales, se escuchen y se valoren por parte de Puigdemont o de Mas, los dos líderes que sí pueden retomar el proyecto exconvergente en función de cuándo se convoquen las elecciones al Parlament de Cataluña.

Cónclave catalanista

Fuentes del equipo organizador del cónclave de Poblet, vinculadas a los exconvergentes, insisten en que se descarta una posible escisión. Lo que se pretende es proyectar un “marco teórico y programático” que influya en la sociedad catalana. Se trata de defender un nuevo catalanismo, puesto al día, que no será “anti-nada”, sino que buscará superar el actual bloqueo institucional.

El problema para los exconvergentes que se darán cita en Poblet es que sus “invitados” quieren ya otra cosa. En el cónclave se reunirán intelectuales, profesores y exdirigentes de la órbita convergente, pero también representantes de Convergents (el partido que lideran el exconsejero Germà Gordó y Sílvia Requena --la cabeza de lista en las elecciones al Congreso--; Lliures, el partido que dirige Antoni Fernández Teixidó; Units per Avançar, encabezado por Ramon Espadaler --ahora diputado en las filas del PSC en el Parlament--; y Lliga Democràtica, partido que ha impulsado Josep Ramon Bosch junto a la politóloga Astrid Barrio.

La galaxia catalanista, en torno al independentismo de Puigdemont: Mario Romeo (Portes obertes), Marta Pascal (PDeCat), Carles Puigdemont (JxCat), Antoni Fernández Teixidó (Lliures), Ramon Espadaler (Units per avançar), Germà Gordó (Convergents) y Artur M

La galaxia catalanista, en torno al independentismo de Puigdemont: Mario Romeo (Portes obertes), Marta Pascal (PDeCat), Carles Puigdemont (JxCat), Antoni Fernández Teixidó (Lliures), Ramon Espadaler (Units per avançar), Germà Gordó (Convergents) y Artur M

Lliures y la marca electoral

Los intereses son distintos. Los partidos de ámbito “catalanista” citados quieren “ya” una plataforma electoral. No desean esperar más, y en las próximas semanas activarán diversas iniciativas para intentar una concreción política. Ven con interés el proyecto de los exconvergentes, pero no entienden que se busque, a estas alturas del partido, “una especie de Nuevas Bases de Manresa” (el arranque del catalanismo, que data de 1892). Según dirigentes de esas formaciones que quieren ya una plataforma electoral, “el diagnóstico está hecho, lo que se necesita se sabe. Por tanto, ¿a qué esperamos?”

El objetivo de Lliures, que tiene la intención de tener representación en Poblet a través de Roger Montañola; de la Lliga Democràtica y de Convergents --no tanto de Units per Avançar, satisfecho por ahora de su acuerdo con el PSC-- es concurrir en las elecciones con un instrumento político que “rompa la mayoría independentista en el Parlament”, con el objetivo de iniciar una nueva etapa política, en la que serán necesarios los acuerdos y las cesiones mutuas.

El nombre de Mas, susto o muerte

Por eso, los exconvergentes miran hacia otro lado. Lo que está en juego es diferente para cada uno de los actores implicados. Los dirigentes del PDeCAT quieren estar preparados cuando se acerque el momento electoral. O detrás de Puigdemont, crecido en función de lo que ocurra con la sentencia del Tribunal Supremo, sobre los dirigentes independentistas encarcelados; o detrás de Artur Mas, a partir de febrero de 2020, cuando finaliza su periodo de inhabilitación por la causa del 9N de 2014.

Miembros del PDeCAT se escandalizan cuando surge el nombre de Mas. “Es difícil que se pueda recurrir de nuevo a él, después de sus errores”. Pero, ¿y si Mas es el único que puede reorganizar ese espacio exconvergente y garantiza un resultado que pueda incomodar a Esquerra Republicana? Entonces, se produce un silencio cómplice.

Imagen de archivo del impulsor de Lliga Democràtica, Josep Ramon Bosch / LENA PRIETO

Imagen de archivo del impulsor de Lliga Democràtica, Josep Ramon Bosch / LENA PRIETO

Motor catalanista en marcha

Eso significaría que Puigdemont quedaría definitivamente arrinconado. Por ello, los dos dirigentes batallarán en sentidos opuestos, sin que nadie, en estos momentos, sepa dilucidar quién dirigirá la marca electoral en la que se integre el PDeCAT.

La cita de Poblet se convierte, en cualquier caso, en transcendental para comprobar la bifurcación del catalanismo: o rehacer, por enésima vez el espacio convergente --con una querencia por el poder a prueba de escándalos, corrupción y errores políticos de enorme envergadura--; o un instrumento político catalanista no independentista que vertebre, junto al PSC, la nueva sociedad catalana a medio plazo. En el caso de Lliures, la apuesta es clara por la segunda opción, la misma que defienden la Lliga Democràtica y Convergents. Al margen de lo que se discuta en Poblet, la intención es ofrecer a los electores catalanes una opción catalanista posible. Y en septiembre todo eso entrará en ebullición.