Quim Torra vuelve a reclamar la unilateralidad como vía para "avanzar hacia la república" mediante la "ruptura democrática" com España. El presidente de la Generalitat ha defendido que el independentismo tiene "la responsabilidad cívica de volver a hacerlo", en referencia a los hechos acontecidos en octubre de 2017 y que acabaron con uan declaración simbólica que el secesionismo más radical reclama que se haga efectiva.
El president ha pedido que la Diada de este año, que genera inquietud en la ANC por sus bajas inscripciones, se convierta en el "pistoletazo de salida" al tramo final del procés. El líder del Ejecutivo catalán indica que serán necesarios muchos "sacrificios" y "riesgos". Además, ha cerrado la puerta a cualquier vía de diálogo con el Estado, la opción que se defiende desde ERC para llegar a la autodeterminación, y ha avisado que "solo queda la confrontación".
"Reacción a la defensiva"
Torra ha hecho estas declaraciones en una conferencia de la Universitat Catalana d'Estiu en Prada de Conflent (Francia). Según su punto de vista, el independentismo se enfrenta a una "nueva etapa" y pide que se ponga "en marcha". "Quizá era imprescindible este período de reacción a la defensiva, pero ahora ya lo tenemos que superar porque hemos aprendido la lección", ha remarcado.
El presidente de la Generalitat ha insistido en que el secesionismo solo avanza "cuando tiene un proyecto para sacarlo adelante", puesto que la independencia "no será nunca un regalo, sino una conquista". Por ello, pide a los partidos y entidades que entierren sus "batallas" y rehagan una unidad imprescindible para la nueva hoja de ruta. Otra declaración que incrementa la presión tanto sobre ERC como la CUP y que va en línea a la que se hizo desde la Crida, la formación impulsada por Carles Puigdemont, este fin de semana.
Contra el diálogo con Sánchez
Torra muestra su oposición a cualquier diálogo con el Estado que no "incluya la autodeterminación", a diferencia de la vertiente más pragmática de ERC que defiende abrir la colaboración e incluso ha ido un paso más allá. Se abstuvo en la primera votación de la investidura de Pedro Sánchez.
El presidente catalán mantiene que las sentencias del Tribunal Supremo significarán "un antes y un después" en la comunidad. En su discurso ha defendido que el "Estado Español escribirá su condena política", aunque no ha especificado qué respuesta dará. Las voces más radicales le reclaman que reactive la declaración de la república que hizo en su día Puigdemont, mientras que el propio Oriol Junqueras apuesta por un adelanto electoral al que JxCat se resiste.
El nuevo momentum que espera Torra contrasta con la petición de calma y prudencia que este martes por la manaña ha lanzado la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera. La líder socialista, que se había pronunciado con anterioridad a favor del indulto si lo pedían los políticos presos, ha instado en Catalunya Ràdio a "administrar las pasiones" tras la sentencia y ha abogado por una solución pactada cuyo acuerdo se refrende. Torra prefiere la vía unilateral.