Joan García (Sabadell, 1975) se acaba de incorporar a la ejecutiva de Albert Rivera, cuya coherencia defiende. Niega que Ciudadanos haya endurecido su discurso. Son otros los que han cambiado, mientras que su partido mantiene su firmeza contra quienes cometieron "un golpe contra la democracia". Se refiere al PSC, con el que se muestra muy crítico. "Cs nunca pactaría con quienes fracturaron la sociedad catalana", afirma el diputado y vicepresidente de la Mesa del Parlament en referencia al acuerdo de la Diputación de Barcelona, en una entrevista con Crónica Global.
--Se incorpora a una ejecutiva definida como de “fieles a Albert Rivera”. ¿Se siente cómodo con esa etiqueta?
--Me siento muy a gusto, no me molesta que me asocien a Albert ni que alguien me relacione con un proyecto basado en la coherencia. Estoy contento de que hayan pensado en mi y aportaré la visión catalana. El partido ha crecido y es normal que se amplíe la ejecutiva. Con el reciente acuerdo en la Comunidad de Madrid estamos en cuatro gobiernos autonómicos, 400 gobiernos locales en toda España y muchos grupos municipales. Es importante que la representación nacional esté en la ejecutiva.
--¿A qué atribuye la fuga dirigentes y las críticas de fundadores de Cs?
--Sale gente, pero es mucha más la que se ha incorporado durante estos 13 años. Todo el mundo es libre de hacer lo que quiera, pero hay suma de talento. Cuando nacimos nadie pensó que llegaríamos a estar donde estamos. Obviamente, hay opiniones diferentes, pero son contrastables, porque son contrarios a votos anteriores en la ejecutiva o en otros órganos. Personas que ahora critican el no a la investidura de Pedro Sánchez antes de las elecciones votaron a favor de esa postura. Debemos ser coherentes con nuestros votantes. Yo no hablaría tanto de fuga como de divergencias. Son más noticiables las bajas que las altas, pero en estos cuatro meses ha habido más incorporaciones.
--¿Qué pesa más en esas discrepancias, el no a Sánchez o los acuerdos con Vox?
--No conozco en profundidad los motivos. Solo insisto en que esas opiniones son contrastables con hechos del pasado. No me preocupa en exceso.
--¿Está de acuerdo con ese cordón sanitario contra Sánchez y de los acuerdos con Vox?
--Mi opinión personal no es importante.
--Hombre, sí lo es, forma parte de la ejecutiva de Ciudadanos…
--Yo estoy de acuerdo con ser coherente con nuestros votantes y con lo que hemos defendido. Uno de los grandes valores de este partido es la coherencia porque nuestras posiciones, tanto en Cataluña como en el resto de España, no se han modificado.
--Sin embargo, coincidiendo con la aparición de Vox, parece que el discurso de Ciudadanos se ha endurecido, hay más gesticulación. Y según el sondeo del CIS, ese discurso no está dando buenos resultados. ¿Hacia dónde va Ciudadanos? ¿A posiciones más duras o a ocupar un espacio de centro-liberal?
--Nosotros tenemos un ideario que es muy claro y del que no nos hemos movido. Quienes se han movido son otras fuerzas políticas. Nosotros siempre hemos defendido lo mismo. Nos definimos como un partido liberal y progresista, y eso lo demostramos con medidas sociales, que a veces se olvidan, tanto en el Parlament como en el Congreso. En esa línea, no creo que nos hayamos endurecido. Mientras Sánchez gobierna con el apoyo de los independentistas, Bildu y Podemos, nuestra firmeza se mantiene. Pero firmeza en la defensa de los valores democráticos, que es una de nuestras grandes bazas.
--Además del CIS, las últimas elecciones municipales demuestran que Cs no crece y se estanca.
--Yo he visto nacer este proyecto y me sorprende que se hable de estancamiento cuando de los tres diputados que teníamos en el Parlament hemos pasado a tener 36, y en el Congreso, 57. Si uno hace un análisis real de las cifras desde 2006, sin comparar generales, autonómicas y municipales porque no son comparables, se verá que hay un crecimiento. Especialmente en el Congreso. Niego que haya un retroceso. Y las encuestas tienen la credibilidad que tienen.
--Bueno, el CIS no se equivocó demasiado en las municipales…
--En las encuestas nos hemos encontrado con ejemplos claros. En 2017, en julio, nos daban unos 20 diputados, y luego en las elecciones catalanas logramos 36. En 2015 pasó algo parecido. Pero eso nos lleva a ser cautos. Tanto cuando son encuestas buenas para nosotros como cuando no.
--¿Existe presión empresarial o social en Ciudadanos para hacer una gran coalición con PSOE?
--No lo conozco. Siempre hemos sido un partido muy libre, posiblemente por eso recibimos ataques de otros partidos y sectores sociales. Nuestra voluntad es tener un proyecto y un objetivo, y hemos seguido una línea que no ha sido fácil, pero no vamos a renunciar a ello.
--Decía lo de la presión empresarial porque, por ejemplo, en Cataluña, se ha echado en falta una mejor visualización de la alternativa de gobierno de Cs. No necesariamente a través de una moción de censura, sino insistir en la victoria electoral.
--No lo veo. En el Parlament, el 40% de las propuestas que se hacen son de Ciudadanos. Y también hacemos una labor de fiscalización de la información y de denuncia de lo que no funciona. Estamos en una situación que permitirá que todo ello cristalice en una alternativa de gobierno que ya se visualizó en 2017, pero ahora estamos más preparados. Tenemos una persona que lo va liderar, Lorena Roldán, y también un equipo que han afrontado una legislatura compleja. Creo que sí, que vamos a ser alternativa a un independentismo que vive sus horas más bajas. La semana pasada, durante el pleno del Parlament, en el que se hablaba de la Cataluña real, como las listas de espera o los barracones escolares, ellos solo reiteraron que “volverían a hacerlo”. Es lo único que les une. Están en una pelea de sillas y de poder.
--¿Cree que el procés ha muerto?
--Les une siempre el golpe a la democracia, con la ayuda inestimable de los comunes y cada vez más del PSC. A la hora de calentar efemérides, se unen. Por eso, en Ciudadanos seremos fuertes y si ellos dicen “lo volveremos a hacer” nosotros ¡lo volveremos a frenar!
--El PSC argumenta que, para romper definitivamente los bloques, son necesarios pactos como los se han hecho en la Diputación de Barcelona entre socialistas y Junts. ¿Cs estaría dispuesto a establecer un acuerdo de este tipo?
--No, en absoluto.
--Argumente, por favor…
--No porque va en contra de nuestra alternativa política. No podemos pactar con aquellos que hace dos años estaban asustando a miles de catalanes. Muchos de esos diputados socialistas sufrieron como nosotros lo ocurrido los días 6 y 7 de septiembre. Estamos viendo que al PSC le ha costado muy poco llegar a ese pacto. Hace tiempo que perdió la coherencia política. Lo único que busca es el poder con pactos municipales como el de la Diputación, que son totalmente inviables y son reflejo de ese sanchismo que hemos denunciado muchas veces. Es la vuelta al PSC de siempre, al PSC del tripartito. Vuelve a engañar a sus electores, pues hace lo contrario de lo que promete. Nunca consulta a sus electores si están de acuerdo con pactar con el partido de Torra y Puigdemont, con todo lo que ello implica. Están pactando con un partido que insulta a sus votantes. Ciudadanos no hará nunca eso. No lo ha hecho nunca, ni lo hará.
--¿Le sirve como argumento que así se controla al adversario?
--O el adversario te controla a tí. En este caso es así. La deriva del PSC no es hacia la firmeza en los valores, sino todo lo contrario. Hemos visto las declaraciones del alcalde de Granollers (el socialista Josep Mayoral) que denuncia la existencia de políticos presos en España. Un respeto a las decisiones judiciales. Marca la línea del PSC, que se acerca a quienes fracturaron la sociedad catalana.
--Usted fue secretario tercero y ahora vicepresidente segundo de la Mesa del Parlament. ¿Realmente hay un enfrentamiento entre Junts y ERC?
--Hay un enfrentamiento, pero interno, por quién lidera el independentismo y por espacios de poder. Pero cuando hay que tomar una iniciativa sobre la declaración unilateral de independencia, se unen otra vez. Nosotros pedimos que se convocaran elecciones porque está agotado su proyecto, una acción de gobierno que no existe ni existirá. Pero tememos que solo les quede eso, la independencia.
--¿No se fía entonces del giro moderado de ERC y que pueda romper el acuerdo de gobierno?
--No es que no me fíe, es que han demostrado que lideraron el procés. ERC, Junqueras y Roger Torrent estuvieron ahí. A veces olvidamos de dónde se viene, el relato sigue siendo el mismo, mantener vivo el proceso, el golpe contra la democracia. De sus palabras se entiende que esto no se ha acabado. Esto va a seguir, no sabemos cómo, posiblemente haciendo lo único que saben hacer, rompiendo las reglas del juego de la democracia. No creo en la visión idílica de ERC.
--En Madrid se confió en Duran, luego en Junqueras, ahora en Rufián...
--Nosotros tenemos una visión más realista. Allí tenemos a dirigentes catalanes como Albert o Inés que saben lo que hay aquí.
--¿A diferencia de Rajoy?
--Así es.
--¿Prevé elecciones catalanas en otoño?
--No lo sé. Torra es quien decide porque es quien convoca. Nosotros hemos pedido que las haya pronto, porque no hay gobierno y no se puede estar un año más sin presupuestos. Es el momento de pasar página y luchar por un gobierno constitucionalista en Cataluña.
--¿No se plantean negociar esos presupuestos?
--En absoluto.
--Con Lorena Roldán como candidata ¿el partido está preparado? Hemos visto la marcha de dirigentes destacados a Madrid...
--El partido está muy preparado. La militancia tiene ganas de luchar y crecer. Nuestro equipo está mejor preparado que hace unos años, por la simple suma de experiencia. Inés y todos los que están en la ejecutiva nacional y en el Congreso no se han ido, van a estar apoyando. Simplemente sumamos potencia.
--¿Tienen previsto grandes actos con empresarios y sectores sociales?
--Siempre lo hemos hecho, no lo hemos planificado aún, pero después del verano explicaremos nuestro proyecto, dirigido no al 50% de los catalanes, sino a todos.
--De la labor de control que hace Ciudadanos en el Parlament se desprende una postura obstruccionista del Govern, no responde a las preguntas o peticiones de información. ¿Qué se puede hacer?
--Estas peticiones, que llegan a la Mesa, son respondidas con un link a la web del Govern o simplemente no se responde. Hay una clara obstrucción a la transparencia. Posiblemente sea una de las cosas más graves que ha ocurrido durante estos años en el Parlament. El procés se ha basado en esconder datos y ahí creo que Cs ha hecho una buena labor destapando lo que había detrás. Para una sociedad es muy importante que haya una transparencia real. La Mesa, con mayoría independentista, tapa buena parte de esas peticiones de información. Nos queda la vía contenciosa, que es muy larga, y la denuncia ante los medios de comunicación.
--Usted tiene también experiencia municipal. ¿Qué opina de la relación entre la Generalitat y los ayuntamientos, y del enfrentamiento de la alcaldesa Ada Colau con el Govern?
--El trato dado a los ayuntamientos ha consistido en ahogar financieramente a muchos de ellos. Pongo como ejemplo el caso de las guarderías, de las que se ha hecho cargo la administración local, cuando la Generalitat tiene que subvencionarlas. Su medio ha publicado que, mientras, se gastaban 160 millones en propaganda. Por no hablar de los sueldos de los altos cargos y el coste del procés. Ha habido una clara dejación de funciones y el mundo local ha subsistido como ha podido. En el caso del Ayuntamiento de Barcelona, su capacidad económica es mayor y ahí sí que hay un enfrentamiento político. Lo que ocurre en la ciudad es culpa del Govern, que no hace nada, pero el equipo de Colau tampoco ha hecho nada sobre todo en materia de seguridad. Al contrario, sus políticas de tolerancia han favorecido la inseguridad.
--¿Cómo lleva los insultos que su partido recibe cuando hacen actos en el territorio?
--Con tristeza porque yo me siento catalán, español y europeo. Me gusta ir a cualquier sitio, aunque piense diferente a otros. No es agradable el insulto y el escrache, pero ahí donde haya una falta de libertad, debemos estar. Al lado del último concejal o afiliado, que son nuestros auténticos valientes.
--Hay quien dice que provocan...
--Eso me recuerda épocas pasadas en el País Vasco. Nosotros seguiremos defendiendo nuestros valores, que son democráticos y constitucionales. No dejaremos de hacerlo. Es lo que nos piden nuestros votantes y los ciudadanos de Cataluña. No podemos permitir que se arrincone a personas porque piensan diferente.