La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha intentado arrojar algo de luz sobre el nuevo lema de moda del procés: el ya famoso "lo volveremos a hacer" que el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, espetó ante el juez Manuel Marchena durante su última declaración en el juicio del 1-O en el Tribunal Supremo.
La frase ha hecho fortuna en la élite independentista catalana, y entre quienes más recurren a ella figura, por ejemplo, Quim Torra. El presidente de la Generalitat la emplea con mucha frecuencia. También en sus redes sociales, sin ir más lejos este mismo martes, mientras en el Congreso de los Diputados se celebraba la fallida sesión de investidura de Pedro Sánchez.
"Poner la política sobre la mesa"
Y muchos se preguntan: ¿A qué se refiere Torra cuando dice que "lo volverá a hacer"? ¿A la celebración de otro referéndum ilegal independentista? ¿A otra declaración unilateral de independencia, como ocurrió el 27 de octubre de 2017? ¿A la aprobación de nuevas "leyes de desconexión", como las del 6 y 7 de octubre de ese mismo año?
Según su portavoz, a nada de todo eso, sino a algo bastante más mundano. "Lo volveremos a hacer es la voluntad de poner la política encima de la mesa, y desviarla de la judicialización", ha matizado Budó, echando de este modo agua al pretendido tono épico y desafiante del líder postconvergente.
A juicio de Budó, "es volver a denunciar lo que está pasando en nuestra casa, la falta de derechos políticos y humanos", ha anunciado la dirigente del gobierno catalán. Y ha añadido que la frase alude también a la necesidad de "seguir pidiendo diálogo sin exclusiones, incluyendo por tanto el derecho a decidir".
Torra y "el huevo del fascismo"
Sobre la investidura de Sánchez --que su partido, Junts Per Catalunya, Torra, el prófugo Carles Puigdemont y el resto de la plana mayor postconvergente han rechazado de plano--, ha indicado que espera que el líder socialista "sea generoso" para "poder llegar a acuerdos" con Unidas Podemos. Y retomar con ellos el diálogo para resolver el denominado "conflicto catalán".
Su tono aparentemente conciliador, sin embargo, choca frontalmente con las habituales salidas de tono de Torra, que poco antes de la intervención de Budó publicó otro mensaje expresándose en estos términos: "Quien tiene un problema de convivencia es el Estado, donde ha incubado el huevo del fascismo. En Cataluña hay un problema de democracia, de respeto a la voluntad popular y a los derechos humanos, incluido en derecho a la autodeterminación. Sin reconocerlo, continúo defendiendo votar NO al señor Sánchez", ha indicado.