Presentación del libro 'Del fascismo al populismo en la historia' de Federico Finchelstein / LENA PRIETO

Presentación del libro 'Del fascismo al populismo en la historia' de Federico Finchelstein / LENA PRIETO

Política

Finchelstein: “Es llamativo en España sentar en la mesa política a un partido populista de derecha"

El historiador argentino, autor de la obra 'Del fascismo al populismo en la historia', señala que la “apatía” de la ciudadanía puede llevar al poder a partidos de extrema derecha como Vox

10 julio, 2019 00:00

Diferenciar conceptos, a partir de la historia, en función de los contextos históricos. Es lo que ha querido mostrar el historiador Federico Finchelstein en su obra Del fascismo al populismo en la historia, (Taurus), con el propósito de conocer qué ocurre en la actualidad, en países como Estados Unidos, con Donald Trump, pero también en Italia o en España. Finchelstein ha señalado, en Barcelona, en un acto coorganizado por Crónica Global, que los partidos populistas de extrema derecha, con “perspectivas” ancladas en el fascismo, han sido rechazados en estados en los que hay una memoria sobre sus efectos “lesivos”, pero que eso se está perdiendo.

 

“En España en los primeros años de la democracia no surgieron esos partidos, porque se tenía esa memoria, pero lo llamativo ahora es sentar en la mesa política a un partido populista de derechas”, señala, en referencia a Vox, y a las negociaciones políticas que han establecido partidos como el PP y Ciudadanos para pactar gobiernos locales y autonómicos. Es señal de olvido, de una cierta "apatía" ciudadana, señala.

El caso del peronismo

Finchelstein debatió este martes con la politóloga Astrid Barrio y el historiador Maximiliano Fuentes en la librería +Bernat, en un acto conducido por el director adjunto de Crónica Global, Manel Manchón. La tesis del historiador argentino, profesor de Historia en la New School for Social Research y en el Eugene Lang College de Nueva York, es que los populismos, con características que provienen del fascismo, sí pueden ser catalogados como partidos democráticos. No rompen una democracia, a diferencia del fascismo, que promueve dictaduras.

Presentación del libro 'Del fascismo al populismo en la historia', de Federico Finchelstein / LENA PRIETO

Presentación del libro 'Del fascismo al populismo en la historia', de Federico Finchelstein / LENA PRIETO

El caso paradigmático para este historiador es el peronismo, en Argentina, que ganaba elecciones, “limpias”, a toda la oposición, aunque Perón bebió del fascismo, “como dictador”. Lo que reclama Finchelstein es que se debe diferenciar, con la mirada puesta siempre en la historia de cada país y seguir alerta para comprobar si, realmente, saltan los contrapoderes que caracterizan a una democracia liberal.

Vox y el independentismo

Sobre España, y con un intercambio de ideas con Astrid Barrio, el historiador argentino insistió en que la memoria histórica en la transición no permitió que aparecieran partidos populistas de extrema derecha. Preguntado sobre Vox, y el papel que deben tener el resto de partidos con una fuerza política de este tipo, Finchelstein consideró que en Alemania ha aparecido un fenómeno con más contundencia, tercer partido en la cámara, la ultraderechista Alternativa por Alemania, pero que no se le concede un papel negociador.

Lo que ocurre, a su juicio, o el riesgo que se corre, “es que sea la apatía de los ciudadanos” la que permita que esos partidos puedan obtener un mayor poder, beneficiados, en el caso de España, por la necesidad de formar mayorías por parte del PP o Ciudadanos. En Italia ocurre con el partido del ministro del Interior, Matteo Salvini, líder de La Liga, que ha publicado un libro, su autobiografía, con la editorial cercana al movimiento neofascista CasaPound, que fue expulsada del Salón Internacional del Libro en Turín. Eso demuestra la viveza y la tensión de una situación política cada vez más enrarecida, según Finchelstein.

Presentación del libro 'Del fascismo al populismo en la historia' de Federico Finchelstein / LENA PRIETO

Presentación del libro 'Del fascismo al populismo en la historia' de Federico Finchelstein / LENA PRIETO

En nombre del pueblo

Pero esa lectura no es unívoca. El historiador Maximiliano Fuentes, profesor en la Universidad de Girona, y Astrid Barrio, señalaron que en el caso de Vox no existe una clara vocación de partido “populista”, porque no se habla tanto en nombre del pueblo, como de un proyecto “reaccionario, de ultraderecha”. Según Barrio, “la principal característica es que es un partido nacionalista, nacionalista español”, que crece, a su juicio, como réplica frente al movimiento independentista en Cataluña.

Lo que ocurre en Cataluña en los últimos años se enmarca en ese auge de los populismos, a juicio de Barrio, una afirmación que compartió el historiador argentino, aunque no entró en un mayor análisis. Desde Nueva York, señala, la cuestión catalana no se sigue con detalle, y lo realmente preocupante --aunque en función de cada entorno cultural-- es la posible consolidación de Trump. Tanto Barrio como Fuentes insistieron en que hubo en el origen y se mantiene ahora un "populismo de manual" en el caso del independentismo catalán, por su apelación constante al "poble", por encima de leyes y reglas del Estado.

Tintes étnicos

“Lo que está ocurriendo es que se vuelve a un populismo con tintes étnicos, como en el caso de Trump, que defiende a un tipo concreto de ciudadano norteamericano, con críticas constantes a los mexicanos, que, en aquel contexto, quiere decir latino, contra los latinos, que son acusados de todos los males”.

Por ahora, sin embargo, esos populismos no han traspaso la frontera, no han roto la democracia. Pero la ponen en peligro, con una dificultad añadida: “Salir de un sistema populista no es fácil, porque ese populismo incita a más gente a votar, que antes no lo hacía, y eso está bien, pero que vota para restringir derechos de los otros, y esa es la paradoja que nadie sabe cómo abordar”.