Lengua. Un tema incómodo para el PSC, que siempre ha intentado soslayar. Sin embargo, la radicalización de determinadas posturas independentistas sobre el uso de la lengua castellana ha obligado a los socialistas a abordar este asunto. Según ha podido saber Crónica Global, la ejecutiva del partido abordó la semana pasada esa cuestión en una reunión en la que varios asistentes expresaron su preocupación ante la posibilidad de que se produzca un conflicto lingüístico en Cataluña.
Y aunque el propio líder del PSC, Miquel Iceta, expresó públicamente su apoyo al castellano como “lengua de muchos catalanes”, el partido no tiene intención de modificar su discurso respecto a la inmersión. Un modelo que los socialistas catalanes siempre han defendido. A riesgo incluso de protagonizar un conflicto con el PSOE, tal como ocurrió en 2009, cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero propuso introducir la tercera hora de castellano en las escuelas catalanas. El Gobierno tripartito (PSC, ERC e ICV) lo rechazó, y criticó esa “invasión de las competencias”.
La inmersión lingüística siempre ha sido un debate recurrente en Cataluña, pero la división existente en las filas independentistas en la etapa final del procés ha radicalizado determinadas posturas. Hasta el punto de resucitar el polémico manifiesto Koiné, presentado en 2016 y suscrito por unos 200 lingüistas, escritores y académicos, favorables a la supresión del castellano como lengua cooficial en Cataluña. El documento, titulado 'Por un verdadero proceso de normalización lingüística en la Cataluña independiente', había quedado sumido en el olvido. Hasta que el pasado 30 de junio, TV3 emitió el documental Llenguaferits sobre el supuesto peligro de extinción del catalán. Al día siguiente, el PSC celebraba la reunión semanal de su ejecutiva.
La inmersión como vía de cohesión social
Fuentes conocedoras de ese encuentro aseguran que algunos de los asistentes plantearon la necesidad de ser más proactivos en el rechazo a esas posiciones monolingües pues, hasta ahora, los socialistas han sido extremadamente prudentes en esta materia. El PSC siempre ha apoyado el sistema de inmersión lingüística, que consideran una fórmula adecuada para garantizar la cohesión social, pues evita la creación de dos ramas educativas, como se hizo en el País Vasco.
Asimismo, la formación liderada por Iceta ha intentado desmarcarse de las posturas más beligerantes de Ciudadanos, que convirtió la lengua en uno de sus caballos de batalla contra el nacionalismo. Y aunque el respeto del PSC a las sentencias judiciales es incuestionable, apenas ha cuestionado la desobediencia del Govern a las resoluciones lingüisticas --los tribunales han ordenado repetidamente que se impartan un 25% de las clases en castellano en las escuelas--.
Sin embargo, las furibundas reacciones del independentismo irredento contra el diputado de ERC, Gabriel Rufián –“Más Rosalía y menos manfiesto Koiné”, dijo en referencia a la nueva canción en catalán de la artista--, así como el desprecio de dirigentes secesionistas hacia el castellano --la consejera de Presidencia, Meritxell Budó, y el nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, rechazan utilizar este idioma ante los periodistas-- han llevado a determinados sectores socialistas a poner sobre la mesa esa cuestión.
La protección del catalán en los 80
Las últimas elecciones municipales permitieron al PSC apuntalar su poder en el área metropolitana de Barcelona, su tradicional caladero de votos, con fuerte presencia de castellanohablantes donde han frenado el avance de Cs. De ahí que algunos dirigentes socialistas fueran partidarios plantear el debate sobre la lengua en la ejecutiva e incluso sean partidarios de modular esa defensa pétrea del sistema de inmersión, necesaria en los años 80 para proteger un idioma vetado durante el franquismo.
Sin embargo, fuentes del PSC aseguran que en ningún momento se planteó cambiar el discurso que, desde aquellos años, ha mantenido el partido. “Es cierto que hubo intervenciones de preocupación sobre un posible conflicto lingüístico”, explica un miembro de la ejecutiva.
No obstante, tras ese cónclave socialista, el primer secretario del PSC ha abordado públicamente la cuestión lingüística. “El castellano es la lengua de muchos catalanes, y no puede haber un proyecto de país que pretenda hacer tabla rasa de esta realidad. Es una reflexión que está a la orden del día: por el nacimiento de un partido contra el consenso lingüístico y el miedo del futuro del catalán”, dijo Iceta el pasado viernes en la Universitat Progressista d’Estiu de Catalunya.
La postura del Gobierno de Sánchez
Desde el PSC se señala que su apuesta por el diálogo, respaldada por la estrategia de distensión del líder del PSOE, Pedro Sánchez, avala la prudencia que siempre ha mantenido el partido en materia lingüística. Incluso ante las embestidas de Cs a nivel nacional.
“Cataluña cumple con la cooficialidad de las lenguas en cuanto a conocimiento y expresión de los alumnos", aseguró en sede parlamentaria la ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, quien instó, en sede parlamentaria, a separar la inmersión del proceso independentista. Y avisó a PP y Cs de que "la excesiva ideologización de unos y de otros debe ser abandonada a las puertas de la escuela".