El último fundador de Ciudadanos que quedaba en el Comité Ejecutivo, Xavier Pericay, ha anunciado su dimisión de todos sus cargos en el partido. La salida del que fuera responsable en Baleares supone la continuación de la sangría que vive la formación de Albert Rivera tras las marchas de Toni Roldán y Javier Nart, así como la ruptura con Manuel Valls en el Ayuntamiento de Barcelona.

No obstante, a diferencia de las dos dimisiones anteriores, a consecuencia del volantazo a la derecha del partido y el veto a la investidura de Pedro Sánchez, la de Pericay atiende a motivos personales, según ha avanzado El Mundo. De hecho, en su carta de despedida, adelantada por el mismo medio, asegura que la posición contraria a pactar con PSOE "es la correcta". "Las promesas están para cumplirlas, y Ciudadanos, en las elecciones generales del mes de abril, suscribió ese contrato con sus electores", subraya en la misiva.

"Desazón" por los métodos

Sin embargo, a pesar de su postura favorable al veto a Sánchez, Pericay asegura que la reunión de la ejecutiva en la que se adoptó la decisión le causó "desazón" a causa de "los métodos". No obstante, apunta como factor principal la falta de ilusión para continuar ligado al proyecto por lo que, a pesar de que el partido se halla en medio de una crisis interna, decidió que era el momento de dar el paso.

Otro de los motivos que habían alejado a Pericay de los focos fue su derrota en las primarias de Ciudadanos en Baleares, en las que resultó ganador Marc Pérez-Ribas. La falta de un hueco para el fundador en las listas al Congreso tras este golpe había agrietado su relación con la cúpula naranja, según apunta el mismo medio.