Carlos Tusquets hace autocrítica. “La Assemblea Nacional Catalana (ANC) supo movilizar muy bien a sus bases, pero la sociedad civil emprendedora no”. Se refiere a la victoria del independentista Joan Canadell en las elecciones a la Cámara de Comercio de Barcelona. Unas elecciones a las que Tusquets, empresario y presidente del Banco Mediolanum, se presentó como candidato y que están recurridas judicialmente ante la sospecha de que el proceso utilizado no cumplió con las garantías que establece la ley. El asunto está en manos del juez y, en el supuesto de que se anulen esos comicios, Tusquets esta dispuesto a presentarse otra vez.
En una entrevista en el programa Converses de COPE Catalunya, el empresario asegura que esa impugnación no va dirigida contra la ANC, sino contra el sistema utilizado y las deficiencias que, asegura poder probar, hubo en el voto remoto. “Se han vulnerado derechos fundamentales y eso requiere medidas cautelares”, afirma.
Canadell y su discurso rupturista
No obstante, avisa de que “la Cámara está para que las empresas puedan crear riqueza y puestos de trabajo, independientemente del pensamiento político que se tenga. Al contrario, debe ser un contrapoder a los políticos, sobre quien manda en cada momento”. También avisa a Canadell de que “si no establece buenas alianzas con otras regiones española, Barcelona perderá mucho”. Confiesa que felicitó a Canadell por si capacidad de movilización “pero le dejé claro que estaba en contra de su discurso rupturista y poco empresarial”. Aboga por la independencia económica de la Cámara y por volver a las cuotas obligatorias “aunque sean mínimas”.
Asegura estar de acuerdo con el presidente del Círculo de Economía, Javier Faus, defensor de una bicapitalidad española. “No solo se debe traer el Senado a Barcelona, sino también agencias de control y, sobre todo, la creación del Corredor Mediterráneo, que beneficia a Europa, Andalucía, Marruecos y, sobre todo, a Barcelona”, explica.
Menos inversiones internacionales
Tusquets asegura que el procés ha ahuyentado a muchos inversores internacionales. “No tenían claro si Cataluña seguiría en el euro o no. El inversor tiene miedo y exige estabilidad. Y también menos presión fiscal, porque tenemos la más alta de toda Europa”, dice.
No se siente aludido cuando la CUP o los comunes hablan de "capitalismo de amiguetes", en referencia a proyectos como BCN World. "Eso es una tontería, porque la competencia no es entre amiguetes, es global. Zara ya no es una empresa gallega ni Apple americana. El capitalismo es un sistema con sus defectos, pero es el menos malo. Se debe regular para que no haya abusos, pero no se pueden poner fronteras a las inversiones".
Tusquets publica libro Enriquéceme despacio, que tengo prisa (RBA), donde da consejos a los ciudadanos sobre cómo ahorrar y sacar mayor rendimiento a su dinero. El financiero no prevé una nueva crisis similar a las de 2008, pero “sí puede haber una desaceleración porque hay muchas incógnitas. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, el Brexit, los populismos”. África, dice “es el futuro y se debe proteger”.