Colau descarta un tripartito con ERC y PSC en Barcelona
En un comunicado, el equipo de la alcaldesa y candidata sostiene que cuenta con el apoyo de Collboni
12 junio, 2019 19:38La alcaldesa en funciones de Barcelona y candidata de Barcelona en Comú (BComú) a la alcaldía, Ada Colau, descarta un equipo de gobierno tripartito con ERC y PSC en la capital catalana a tres días para la constitución del nuevo consistorio.
Esa opción está "descartada", según ha comunicado BComú tras las últimas reuniones de su equipo negociador con los republicanos (que mantienen a Ernest Maragall como candidato a la investidura) y los socialistas (que están dispuestos a sumar por la investidura de Colau).
Maragall y Collboni, visiones distintas
A pesar de todo, en las últimas horas, Maragall se haya mostrado convencido de que será posible lograr un equipo de gobierno que sea una "suma inteligente de ERC y BComú", con él como alcalde, que luche por los derechos y libertades de los presos y los huidos. Sería "lo más coherente con la decisión democrática de los ciudadanos".
Mientras, el PSC ha reiterado que no avalará que Maragall sea el próximo alcalde (su apuesta es la de un tándem PSC-BComú) porque la gobernanza de Barcelona no puede estar "subordinada o no al proceso independentista". Ni siquiera se han sentado con los republicanos; las diferencias de programas son demasiado grandes.
CUP: el "pacto del diablo"
En este escenario, el candidato socialista, Jaume Collboni, apremia a Colau para concretar un acuerdo para un equipo de gobierno "bipartito" antes del pleno de investidura de este sábado, 15 de junio. Es la única condición que pone a la líder de los comunes para votar a favor.
Por ello, BComú presentará la candidatura de Ada Colau a la alcaldía de Barcelona. No obstante, y contando con los ocho concejales del PSC, necesita al menos tres votos de Manuel Valls para mantener la vara de mando. El ex primer ministro francés los ofreció "gratis total" con el objetivo de evitar que la ciudad caiga en manos del independentismo. Ese sería el "pacto del diablo", según lo califica la que fue candidata de la CUP el 26M, Anna Saliente.