“TV3 no se toca”. Así lo prometió el exconsejero de Presidencia, Francesc Homs, en plena época de recortes del gasto público debido a la crisis económica. No faltó a su palabra. Por el contrario, Cataluña no ha revertido todavía el gran tijeretazo en las partidas sociales, entre las que se encuentra la vivienda. Los presupuestos de la Generalitat demuestran las prioridades del Gobierno independentistas.
Año | TV3-Catalunya Ràdio | Vivienda |
2012 | 398,6 | 349,3 |
2014 | 313,4 | 278,8 |
2015 | 356,6 | 273,7 |
2016 | 315,1 | 194,6 |
2017 | 309,5 | 213,9 |
2019 | 398,6 | 324 |
Así, mientras las partidas destinadas a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) se han mantenido prácticamente intocables desde que comenzó el procés, las dedicadas a vivienda han fluctuado a la baja. Según el portal de las cuentas catalanas, desde 2012, año en que se invirtieron 349,3 millones en políticas de vivienda, las cifras han ido descendiendo hasta tocar fondo en 2016, con 194,6 millones. En 2017, el gasto se recuperó hasta llegar a los 213,9 millones. Para los presupuestos de 2019 –los de 2018 se prorrogaron--, el ejecutivo catalán preveía elevar esa cifra a 324 millones. Pero la falta de apoyos parlamentarios impidió a los independentistas sacarlos adelante. Ni siquiera fueron aprobados en el Consell Executiu y mucho menos, presentados en el Parlament para ser votados.
Indisimulado sesgo ideológico
A pesar de ese aumento de la partida, la de TV3 y Catalunya Ràdio era mayor, 398,6 millones. Una cifra que da idea de la importancia que, para los secesionistas, tienen unos medios públicos catalanes de indisimulado sesgo ideológico. TV3 es la televisión más cara de España. Y la que tiene una plantilla mayor, unos 2.200 empleados.
La inversión en la CCMA nunca ha bajado de los 310 millones desde que comenzó el desafío secesionista. Por el contrario, la política de vivienda, que durante más de 30 años ha estado en manos de los convergentes, ha colocado a Cataluña a la cola de inversión y de parque público.
La comunidad catalana es la que menos porcentaje de su presupuesto dedica a vivienda, solo un 0,6%. Lo dicen los datos, extraídos del Ministerio de Fomento, del INE y de la Consejería de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, que gestiona los temas de vivienda. La media española se sitúa en un 1,2%. La inversión andaluza asciende a un 1%, mientras que Murcia supera el 1,1% y la Comunidad de Madrid es la que más invierte, un 1,53%, el doble que Cataluña.
Parque de viviendas
Números que distan mucho de los correspondientes a Francia, Alemania o Países Bajos a las políticas de vivienda, que oscilan entre un 2% y un 3%.
Andalucía gestiona 80.000 viviendas públicas; la Comunidad Valenciana 65.000; la Comunidad de Madrid, que tiene menos población que Cataluña, dispone de 23.300, mientras que la Generalitat catalana tiene 15.000 viviendas.
Y es que el número de viviendas de protección promovidas por la Generalitat entre 2006 y 2017 apenas alcanza las 9.000. Así, los pisos acabados de promoción pública y de remodelación de barrios (que no se acogieron a ningún plan de ayuda) fueron 2.209, de los 1.869 corresponden al área metropolitana de Barcelona, donde encontrar un lugar donde vivir es más difícil y caro. En los años 2013 y 2014, cuando la crisis alcanzó su punto álgido, no hubo promoción pública. Asimismo, el número de viviendas construidas por el Incasòl de protección oficial (que se han acogido a algún plan de ayuda) fue 6.468, de las que 2.213 se emplazan en el área metropolitana.
La propuesta de Ciudadanos
Estos datos constan en las respuestas parlamentarias que la Consejería de Territorio, cuyo titular es Damià Calvet, ha dado a un paquete de preguntas formuladas por el diputado de Ciudadanos, Sergio Sanz. “Nosotros hemos reclamado en diversas ocasiones triplicar el presupuesto y ampliar el parque público de vivienda. ¿Alguien puede imaginar un sistema sanitario sin invertir?”.
Sin embargo, las formaciones independentistas y los comunes aprobaron el pasado jueves en el Parlament una moción favorable a crear una normativa catalana sobre arrendamientos urbanos, a sabiendas que esas competencias son estatales. Esa es la respuesta a un problema que también existe en Barcelona, donde la alcaldesa Ada Colau solo ha creado 800 viviendas –en 2015 prometió 8.000--.
El diputado de Cs, Sergio Sanz (en primer plano) junto a concejales de Sant Adrià de Besós presentan una iniciativa sobre vivienda / CG
Así, el crecimiento de población en Cataluña entre 2001 y 2017 ascendió a un 19%, mientras que el de viviendas se quedó en un 18%. Según Carme Trilla, presidenta del Observatori Metropolità de l'Habitatge, para mantener el volumen de población que tiene Barcelona actualmente serían necesarias 250.000 viviendas nuevas de aquí a 2041. Resulta determinante el hecho de que cada vez hay más gente que vive sola.