El inicio de la campaña electoral de las elecciones municipales ha coincidido con una serie de acusaciones contra la número dos de JxCat en Barcelona, Elsa Artadi, por parte de miembros de la candidatura de Jordi Graupera, Barcelona és Capital, respecto al papel que presuntamente ejerció Artadi para frenar el movimiento independentista en los días claves del otoño caliente de 2017.

Se trata de una desconfianza hacia la ex portavoz del Govern que viene de lejos, pero que ha tomado fuerza debido a la actual competición electoral en el Ayuntamiento de Barcelona. Graupera ha publicado un vídeo en las redes sociales en el que asegura que “dos días antes” del referéndum ilegal del 1-O Artadi le “pidió que escribiera una suspensión de la declaración de independencia”, pero que él se negó. Algunos dirigentes cercanos a ERC y JxCat le han reprochado que estos ataques focalizados contra Artadi forman parte de su campaña electoral, pero lo cierto es que el doctor en Filosofía ya denunció en octubre de 2018 en su podcat estos hechos.

En el vídeo, además, el candidato de Barcelona és Capital le acusa de que el objetivo del 1-O nunca fue la independencia, sino “el aprovechamiento institucional” para que la nueva formación de Carles Puigdemont se convirtiera en la fuerza hegemónica en Cataluña.

Su colaboración con el 155

La número dos de Graupera, la abogada Maria Vila, también ha denunciado el papel de connivencia con el Gobierno central que tuvo Artadi durante la intervención de la autonomía: “El 155 eres tú. El Gobierno español no solo no te echó: te dio vacaciones pagadas para que hicieras campaña electoral”, le ha afeado en Twitter.

El encargado de gestionar la intervención de la autonomía catalana, Roberto Bermúdez de Castro, elogió en su momento la ayuda que recibió de los cargos de segundo nivel de la Generalitat y, en concreto, de Elsa Artadi. Pese a que la número dos de JxCAT en Barcelona ha intentado maquillar esa ayuda, existen diferentes motivos --desde conversaciones de Whatsapp entre ambos que amenazan con salir a la luz-- a testimonios de los funcionarios durante esos días que invitan a pensar que Artadi “nunca estuvo dispuesta a jugarse su patrimonio por la causa”.

“¿Para quién preparabas los Consejos de Gobierno?”

El mismo Bermúdez de Castro tuvo que parar los pies a la diputada autonómica cada vez que negaba su colaboración con el Estado, como la vez que por las redes sociales la desmintió y le inquirió: “¿Para quién preparabas los Consejos de Gobierno?”.

Las voces que señalan el doble juego de Artadi se esconden cada vez menos. Pese a que el teniente coronel de la Guardia Civil responsable de los registros en la Consejería de Economía el 20 de septiembre de 2017 relató ante el Supremo que en los documentos hallados se situaba a Artadi como la figura clave para implementar el nuevo Estado catalán, eso quedó en papel mojado. Todo lo que ha pasado después, incluso su renuncia a sustituir a Puigdemont al frente del Govern, apuntan en la dirección de que Artadi está más centrada en no quemar su futuro en política en lugar de consumar lo que los jóvenes turcos de Graupera y el mismo presidente de la Generalitat, Quim Torra, consideran el “mandato popular” del 1-O.