El enigma de las urnas sigue sin resolverse tras los testimonios del 1-O
Las declaraciones ante el Supremo dejan dos cuestiones en el aire, como son la organización del referéndum, con el traslado de las urnas, y el papel de los Mossos para impedir la votación
9 mayo, 2019 13:24Dos cuestiones se han convertido en el eje central de las declaraciones de los testigos propuestos por la Defensa que esta semana han comparecido ante el Tribunal Supremo: la organización del referéndum ilegal y el papel de los Mossos d'Esquadra.
Los testigos que participaron en el 1-O se han limitado a exhibir desconocimiento sobre la llegada de las urnas, del material electoral y del traslado de los votos desde la mesa al Gobierno para dar notificación de la participación. La sensación general de sus testificales ha sido que la votación ilegal se organizó sobre la marcha y que el papel de la policía autonómica se limitó a levantar acta y retirarse ante la masa de gente que "pacíficamente" les impedía el acceso.
Nadie vio nada
Esta última cuestión, relativa a la pasividad de los Mossos, se ha convertido en una arma de doble filo para la Defensa, dado que puede aportar datos a las acusaciones sobre la inhibición del cuerpo respecto al acto ilegal que se celebraba aquel 1 de octubre de 2017. "Una persona disfrazada trajo unos volúmenes muy grandes que entendimos que eran las urnas. Para votar apuntábamos manualmente a la gente y posteriormente, cuando no hubo caídas del sistema, introducíamos los datos", ha explicado Xavier Figuerola, ingeniero industrial que acudió en el centro Escuela Ítaca de Badalona.
Por su parte, Antoni Altaló, votante en Caldes de Montbui, ha sostenido que "no estaba físicamente delante, pero me comentaron que llegó el material en coche y que lo descargaron". En este caso, Altaló ha añadido que "era difícil que los Mossos pudiesen ver lo que sucedía. No fueron conscientes de cuando llegaron las urnas".
Sin identificar a los responsables de las urnas
Joan Andreu, otro de los que participaron en la votación, también ha ilustrado esa vaguedad a la hora de identificar a los responsables de llevar el material: "Antes de las nueve, unas personas entraron con bolsas, no se si allí llevaban las urnas, pero cuando entré, el material estaba dentro".
Rosa Poch, auxiliar de farmacia que votó en Vallbona de l'Anoia, ha soslayado esta corresponsabilidad compartida que califican como "todos", el "pueblo" o "el barrio" para descartar concretar la identidad de individuos encargados de llevar las urnas cuando ha relatado que "cuando llegaron los Mossos" y les "pidieron por los responsables de manera espontánea" expresaron "que todos lo eran". "De alguna manera impedimos que accediesen", ha apostillado.
Otro de los que se ofreció voluntario para gestionar la votación, Antoni Caralt, ha reiterado ante el tribunal cómo "la multitud de personas" evitó que los Mossos pudiesen "entrar al colegio". "No hubo ningún tipo de problema ni con la policía ni con la gente del barrio. Una vez se estableció el censo universal, el barrio colaboró para proporcionar ordenadores".