Manuel Valls quiere conducir con más comodidad su campaña a la alcaldía de Barcelona. Pero todo depende de los resultados de este domingo. Su decisión ha sido clara y apenas ha participado en la campaña de Ciudadanos en las elecciones generales. No ha querido saber nada, en parte también porque el partido naranja ha concentrado todos sus esfuerzos a partir del protagonismo de dos dirigentes: Albert Rivera e Inés Arrimadas. Y también porque Valls ha intentado pasar desapercibido. Nada le irrita más que el posible contagio con Vox, una formación que experimentará el domingo un salto extraordinario, y que no ha sido vetada por Ciudadanos, a diferencia del PSOE de Pedro Sánchez.
Esa situación le parece anómala a Valls, según fuentes de la candidatura. Republicano, con valores fuertes muy interiorizados, el exprimer ministro francés ha protagonizado en su etapa política en Francia diferentes enfrentamientos con el Frente Nacional de Marine Le Pen. Y asemeja a Vox con la extrema derecha francesa. Eso le ha llevado a dejar de lado la campaña a las elecciones generales por toda España, una posibilidad que surgió cuando el presidente Pedro Sánchez convocó los comicios, que rompía la estrategia de los candidatos a las municipales.
Transversal y de Ciudadanos
Podía haber sido una “palanca” para Valls, con participaciones en mítines con Albert Rivera, como hombre de Estado, un exprimer ministro de Francia. Sin embargo, la apuesta del líder de Ciudadanos por una alianza con el PP y sin rechazar el posible apoyo de Vox dejaba a Valls sin respuestas como candidato a la alcaldía de Barcelona. ¿Solución? Perfil muy bajo y algunos golpes mediáticos, como el cara a cara con la alcaldesa Ada Colau en el programa Salvados de La Sexta. Esa intervención, se explica, le vino muy bien para ofrecer una imagen de alternativa seria, que ha tenido recorrido durante días a través de las redes sociales y de los comentarios que se han generado por parte de sus adversarios políticos.
La situación, sin embargo, será más difícil a partir de este domingo. Valls ha intentado un equilibrio que se ha comprobado casi imposible. En su lista figuran independientes, como Eva Parera, que viene de Units per Avançar, y que, además, es la portavoz de la candidatura. Y también figura el exalcalde socialista de L’Hospitalet, Celestino Corbacho. Y otros miembros importantes, como Oscar Benítez, como número siete y miembro del partido catalanista liberal Lliures. Pero el grueso de la lista la componen dirigentes y miembros de Ciudadanos. Valls es el alcaldable de Ciudadanos por Barcelona, con sus inconvenientes y sus ventajas.
Manuel Valls, en una imagen en La Sexta
¿Y si Vox es determinante?
Y esa realidad le llevará a lidiar, a partir de este domingo, con la dirección del partido. ¿Qué hacer si Ciudadanos es determinante para formar gobierno, tanto para facilitar la investidura y acordar un Ejecutivo con Pedro Sánchez o con el líder del PP, Pablo Casado? En el segundo caso, la alianza no será suficiente y aquí aparecerán los posibles votos de Vox.
Valls, según las fuentes consultadas, está dispuesto a levantar la bandera contra Vox en la misma noche del domingo. No quiere saber nada de una fuerza política que, a su juicio, debería causar un rechazo por parte de todas las fuerzas democráticas. Lo haría en Francia y cree que se debe hacer lo propio en España.
Un acuerdo "excepcional" con el PSOE
La apuesta de Valls es un gobierno “constitucional”. Eso explica la carta que envió tanto a Pedro Sánchez como a Pablo Casado y a Albert Rivera. Pero, asumiendo que eso sólo sería posible en una circunstancia “excepcional” --¿lo será que Vox supere los 60 escaños-- el alcaldable por Barcelona entiende que se debería intentar un acercamiento con el PSOE.
Garicano, junto a Rivera y Arrimadas
Esa decisión encajaría con la necesidad de Ciudadanos de preparar unas elecciones europeas a las que no puede llegar de la mano de Vox. El economista Luis Garicano, el cabeza de lista al Parlamento europeo en las elecciones del 26 de mayo, es vicepresidente del ALDE, el partido de los liberales europeos, que lo ha elegido como uno de los siete candidatos estrellas de la familia liberal. Opta, por tanto, a las diferentes responsabilidades en la Unión Europea, como vicepresidente del Parlamento, la presidencia de la Comisión Europea u otros cargos relevantes. Valls lo sabe y Rivera también, y lo exige Garicano: ¿se puede ser una pieza importante en la UE contando con los votos de una fuerza de extrema derecha como Vox?
Por eso las cosas pueden cambiar a partir de la noche de este domingo. Por interés de Valls, para que su campaña a la alcaldía por Barcelona no quede definitivamente invalidada, pero también por interés de Ciudadanos, si quiere ser creíble como fuerza política liberal en el contexto europeo.
La fotografía de Rivera
Todo ello ha llevado a Valls a ‘pasar’ de la campaña en las generales. Sólo participó este jueves en el mitin central en Barcelona, junto a Rivera e Inés Arrimadas.
Tanto Valls como Garicano consideran que Ciudadanos debía haber sido más contundente respecto a Vox. Otra cosa es que se defienda la posición del partido frente al independentismo. Eso llevó a Valls a participar en la concentración en la plaza Colón de Madrid, que contó con la presencia de Ciudadanos, PP y Vox. Sin embargo, Valls evitó en todo momento coincidir con los dirigentes de Vox en una fotografía, cosa que sí hizo Albert Rivera.