Toni Soler ‘entrevista’ a un perro policía para mofarse de los testigos del ‘procés’
El can guardia civil ‘responde’ de modo similar a como lo hacen los agentes que testifican en el Tribunal Supremo
11 abril, 2019 14:50TV3 vuelve a rozar la línea roja. En esta ocasión ha sido el programa Està Passant, de Toni Soler, el que ha jugado con fuego en un gag en el que intenta ridiculizar los testimonios de los agentes policiales que están declarando en el juicio del procés que se celebra en el Tribunal Supremo. ¿Cómo? Entrevistando a Tormenta, un perro guardia civil que pasó miedo el 1-O y sufrió insultos como ‘hijo de perr’.
Soler, vestido con una toga, en su papel de juez Manuel Marchena, llama a declarar “al agente de la Guardia Civil Tormenta”. Y mantiene un pequeño diálogo con su compañero Jair Domínguez, que asume que Ana Rosa Quintana criticará este gag: “Ana Rosa, ya te escribo yo el titular para mañana: ‘TV3 llama perros a los policías”.
Toni Soler 'entrevista' a un perro guardia civil
Miradas de odio
“Se lo estás poniendo en bandeja”, añade Domínguez, mientras Soler tira de ironía para decir que eso sería sacar de contexto sus palabras, algo que nunca ha ocurrido. A todo eso entra un colaborador con un casco que funciona como traductor de perros, el Traducdog 2000. Y es el turno del can: “Hola, señoría. Me llamo Tormenta, soy un pastor belga soltero, castrado”.
Tras ello, Soler le pregunta al perro cómo vivió el 1 de octubre, dado que sus compañeros guardias civiles “han testificado casi unánimemente que hubo tumultos, miradas de odio y un clima insurreccional”. Dice Tormenta que pasó “muchísimo miedo”, que “fue peor” que una verbena de San Juan (por lo de los petardos y cohetes), y que “había miradas de odio como no había visto nunca”, a pesar de que el can ha pasado por “perreras llenas de pitbulls”.
La pasividad de los perros de los Mossos
Tormenta también responde que le insultaron (“hijo de put, hijo de perr”), y que le hicieron la “trampa de los Friskies” (en alusión al Fairy usado contra los agentes), que consiste en esparcir comida por el suelo para despistarle. “Quiero destacar la pasividad de los perros de los Mossos, porque mientras mis compañeros y yo estábamos en peligro, ellos se estaban rascando literalmente los huevos. Los perros de los Mossos ni se acercaron a olernos el culo, que es lo mínimo”, añade el traductor del perro.
Durante la entrevista, el perro se muestra inquieto, movido y trata de buscar a su dueña. “El testimonio es rebelde”, expresa Domínguez, con doble sentido. Tormenta también recuerda que vio “las banderas verdes de Òmnium”, un “falso testimonio”, según Domínguez, que argumenta que los perros no distinguen colores. “Vale, vale, no había banderas de Òmnium, pero sí gente de la CUP; soy daltónico, pero el olfato lo tengo de coña”, concluye. Tampoco pudo requisar ninguna urna, porque se las hacían oler y, después, se las escondían. Y el público en plató, entregado.