La exhibición del sentimiento nacionalista en Cataluña, a menudo, acaba afectando a los más pequeños. El día de La Mona de Pascua, en el que los padrinos regalan un pastel a sus ahijados, no está exento de la politización de las costumbres que promueve el Govern. En grupos de Whatsapp y redes sociales circulan imágenes de pastelerías que han decidido hacer una mona con el lazo amarillo y las urnas para reivindicar el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Una de las más elaboradas, también aparece el personaje de la Warner Bros de Piolín, en referencia a los barcos de fuerzas de seguridad del Estado que llegaron para frenar la votación del 1-O, y botellas de Fairy que atañen a la declaración ante el Supremo del exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo que explicó que era un método que usaban algunos manifestantes para hacer resbalar a los policías y patearles la cabeza.
Algunos usuarios en las redes ya han comunicado su malestar por lo que consideran una "falta de respeto para un crío" y contra los principios de la infancia.
Ritualización
No es la primera vez que aparecen iniciativas de este género. Para la celebración del aniversario del 1-O algunos pasteleros elaboraron productos como cocas con forma de lazo. O un vitral bíblico con el rostro de los principales dirigentes del llamado procés independentista.
En aquellas ocasiones, no obstante, no se implicaba a menores de edad en causas partidistas.