Récord en desahucios en vivienda pública. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, trituró las marcas de lanzamientos de familias que residen en pisos municipales con 32 expulsiones en 2017, los últimos datos disponibles. Ha advertido de ello hoy miércoles el aspirante a primer edil de la capital catalana, Manuel Valls, quien ha lanzado su propuesta para atajar la burbuja del alquiler en la Ciudad Condal: colaboración público-privada para elevar 10.000 pisos, la mayoría de alquiler asequible.
Valls ha lanzado al debate público una batería de medidas en materia de acceso a la vivienda. Antes, no obstante, ha advertido del pinchazo de la actual munícipe de Barcelona en Comú (BComú). Lo ha argumentado con una lluvia de cifras. Además de los 32 lanzamientos de activos del Institut Municipal de l'Habitatge i Rehabilitació en 2017, figuran las 472 familias que esperan actualmente una vivienda de emergencia y no la obtienen por falta de espacio. "En vivienda, ha fracasado una alcaldesa que fue la líder de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Hemos perdido inversión extranjera, han subido los alquileres y se ha perdido empuje en la construcción", ha lamentado Valls.
Solución: financiación y empresas mixtas
Ante este escenario de "expulsión de vecinos y ghettización" de Barcelona, Valls ha lanzado su propuesta en esta materia. Pone sobre la mesa la iniciativa de elevar 10.000 pisos públicos en ocho años, el 75% de éstos en régimen de alquiler asequible. "Tiene que haber colaboración público-privada y una recuperación de la seguridad jurídica en la ciudad", ha indicado el también ex primer ministro francés, quien ha concretado que hay 82 solares vacíos en la ciudad en los que lanzar estas promociones. Además de ello, el aspirante promete también tejer alianzas en la conurbación de la Ciudad Condal para alzar 10.000 viviendas sociales en el área metropolitana más en el mismo periodo: ocho años.
En relación a ello, el también exalcalde de Évry (Francia) ha puesto sobre el tapete otra idea: Barcelona debe crecer a lo alto. "La ciudad tiene una densidad de 15.000 viviendas por kilómetro cuadrado, frente a las 36.000 de París o las 23.000 de L'Hospitalet de Llobregat. Los expertos, como el exalcalde Joan Clos, avalan la idea de aumentar la densidad. Solo con ello y con la implicación del sector privado será posible", ha aseverado. Esta alianza que quiere tejer Valls tiene, no obstante, un problema: la tasa del 30% de vivienda pública a las nuevas promociones que propuso el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña avaló en diciembre de 2018.
La propuesta de Maragall: "Inviable"
Esta política ha creado "inseguridad jurídica y podría frenar la construcción y elevar precios" además de "alejar inversiones", según Valls. Demostraría la tasa del 30% a obra nueva que "populistas --por BComú-- e independentistas no son capaces de resolver el problema del alza de alquileres y precios en Barcelona". En relación a los primeros, el candidato a alcalde ha recordado que "Colau prometió 8.000 viviendas sociales y entregará apenas 700". Con lo que respecta a los segundos, Valls ve la propuesta de Ernest Maragall (ERC) de inyectar 1.000 millones en la construcción de 15.000 pisos sociales como "irreal, inviable y electoralista".
En su cuarta carta dirigida a la ciudadanía de Barcelona, el ex jefe del Ejecutivo galo carga contra los gestores municipales de vivienda "condicionados por ideología". Afea a los responsables locales en esta materia que "hayan roto el diálogo con el sector privado" y asegura que el concurso de los promotores es necesario para "garantizar el mayor beneficio para toda la sociedad".