Los independentistas vetaron ayer jueves condenar la agresión a Ciudadanos en Torroella de Montgrí (Girona), que se produjo el pasado 26 de enero. Junts per Catalunya (JxCAT), ERC y la CUP unieron sus votos a los de Catalunya en Comú-Podem para evitar el rechazo explícito a la violencia contra el partido naranja.
Una moción presentada por el diputado de Cs en el hemiciclo catalán, Dimas Gragera, vinculaba el ataque al edil con "las constantes presiones y vapuleos que soportan los que piensan diferente en algunos municipios de Cataluña, con la obvia intención de acallarlos y silenciarlos". Este punto ha sido rechazado, pese a que denunciaba también la "negativa injustificada" del Ayuntamiento de Torroella, que gobierna ERC, a "conceder el permiso para montar una carpa" informativa.
"Inacción de los cargos electos", tampoco
El texto que rechazaron los independentistas y los comunes también se refería a la "la inacción intencionada" de ciertos cargos públicos ante las convocatorias, protestas y manifestaciones que pretenden "impedir el libre ejercicio de derechos fundamentales y justificar conductas violentas por razón de la ideología política". Pese a los recientes episodios de acoso, solo votaron a favor de este punto los grupos parlamentarios de Ciudadanos y el PP.
Escrache violento contra Ciudadanos en Torroella de Montgrí (Girona) / 324
Por contra, una mayoría de la cámara catalana sí aprobó con el voto favorable de todos los grupos salvo el de los comunes y la CUP que se sigan celebrando reuniones de la Junta de Seguridad de Cataluña con el fin de "priorizar la lucha contra la delincuencia organizada y la ocupación ilegal".
Agresión con una lata
El no de los independentistas y los comunes a dar su visto bueno la moción de condena en la cámara catalana --el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, sí condenó la violencia contra los partidos desde el atril-- llega menos de dos semanas después de que el concejal naranja Sergio Atalaya resultara herido durante una protesta independentista contra la presencia de miembros del partido naranja en la localidad gerundense de Torroella de Montgrí (Girona). Durante el escrache, un individuo lanzó un objeto contundente a la comitiva, probablemente una lata, e hirió en la nariz al edil, provocándole sangrado en esta zona.
El ataque fue denunciado por el presidente del partido naranja, Albert Rivera, y por el portavoz parlamentario, Carlos Carrizosa. Días después, el 4 de febrero, la Guardia Civil citó a declarar al portavoz de la CUP en el municipio, Robert Huertas, por un presunto delito de amenazas contra Ciudadanos. El electo radical dará explicaciones sobre su actuación el día de la movilización violenta el lunes, 11 de febrero.