Foment del Treball no aprecia motivaciones laborales en la huelga general que el sindicato independentista Intersindical-CSC ha convocado para este jueves 7 de febrero en Cataluña. La patronal catalana considera que la reducción del paro a un solo día evidencia las "motivaciones políticas" de la convocatoria, aunque no presentará un recurso contra la misma ya que todavía está pendiente de que el Tribunal Supremo (TS) resuelva el interpuesto contra la huelga del 8 de noviembre de 2017.

El director de Relaciones Laborales y Asuntos Sociales de Fomento, Javier Ibars, ha manifestado este lunes que dichas motivaciones políticas quedan demostradas con la desconvocatoria de este martes y miércoles. El directivo tiene claro que la convocatoria se realizó por motivos "ajenos a los trabajadores", como ocurre, según ha apuntado, en cualquier llamamiento de este estilo realizado por la Intersindical-CSC, tras los cuales se camuflan otros intereses políticos.

El juicio del 1-O como telón de fondo

El sindicato registró el pasado 25 de enero un preaviso en el departamento de Trabajo de la Generalitat para convocar una huelga general la primera semana de febrero, fechas en las que estaba previsto que empezara el juicio a los políticos en prisión preventiva por el procés, y que finalmente se iniciará el 12 de febrero.

El pretexto utilizado por el sindicato, afín a los sectores más radicales del independentismo y al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, es el séptimo aniversario de la aprobación de la Reforma Laboral llevada a cabo por el PP en 2012, "y que el gobierno de Pedro Sánchez se niega a derogar".

Espaldarazo de Puigdemont

La huelga cuenta con el respaldo del prófugo, que este mismo lunes la ha avalado a través de uno de los organismos que ha creado durante su estancia el Bélgica: el autodenominado "Consell per la República", que ha llamado a los ciudadanos a hacer un "seguimiento masivo" de la huelga.

El Consell per la República ha manifestado su apoyo a la huelga "por unanimidad de todos sus miembros", ya que comparten las razones de la convocatoria.

Contra una ley aprobada... por CiU

El organismo liderado por el expresidente Carles Puigdemont desde Bélgica ha afirmado que su voluntad es que esta huelga se desarrolle "con pleno respeto a todos los derechos civiles, políticos y sociales del conjunto de los ciudadanos". Asimismo, ha reivindicado que esta huelga "servirá para hacer avanzar a la sociedad catalana y a sus trabajadores, de manera clara y decidida, por el camino de la justicia social y de la libertad".

Paradójicamente, la argucia utilizada para convocar la huelga es reclamar la derogación de la Reforma laboral, una ley que se aprobó hace siete años con los votos favorables del PP y CiU, partido al cual pertenecía el propio Puigdemont, así como otras que ni éste ni sus sucesivas formaciones --PDeCAT y la Crida-- han respaldado nunca, como un salario mínimo de 1.200 euros mensuales. Cabe recordar que los nacionalistas catalanes se han opuesto con fiereza incluso a que el Gobierno español lo elevara a 900 euros, algo que el Ejecutivo central sólo pudo hacer efectivo por Real Decreto en su Consejo de Ministros de finales de diciembre.