El exmagistrado del Tribunal Constitucional y expresidente del Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN), Carles Viver Pi-Sunyer, recibió el jueves la Medalla de Oro de la Generalitat, la máxima distinción honorífica que otorga el Govern a figuras reconocidas por sus labores públicas. El jurista aprovechó la oportunidad para augurar la independencia de Cataluña al asegurar que ve posible que la región catalana logre "culminar con éxito" su camino a la secesión.
Esas manifestaciones distan un mundo de las que expresó durante la vista oral por su presunta implicación en la consulta del 9 de noviembre de 2014, cuando negó categóricamente su participación en el proceso participativo promovido por el expresidente de la Generalitat Artur Mas. “Existe una leyenda sobre mi trabajo que no responde a la realidad”, sostuvo ante la justicia para intentar sortear cualquier responsabilidad civil. En la misma línea, Viver Pi-Sunyer rebajó ante la sala la relevancia de un órgano cuya creación fue anunciada a bombo y platillo, el CATN, afirmando que “en realidad solo era un asesor jurídico del Govern”.
Arquitecto de la independencia
Pero nada más lejos de la realidad. Miembros del Gobierno y dirigentes del llamado procés independentista lo señalan como el principal suministrador de material jurídico para esquivar las resoluciones del Tribunal Constitucional y, de este modo, tratar de desconectar del Estado español.
Uno de los testimonios del procés desde sus inicios que insiste en el papel fundamental del jurista es el del libro El naufragio (Península, 2018) de la periodista Lola García. La directora adjunta de La Vanguardia explica que Viver Pi-Sunyer “es esencial a la hora de facilitar la arquitectura jurídica de los pasos que va dando el independentismo”. “Reacio a las entrevistas intenta pasar desapercibido seguramente porque conoce como nadie las consecuencias jurídicas de la aplicación de algunas de sus recomendaciones”, relata en la obra.
Las estructuras de Estado
Delante del juez, Viver Pi-Sunyer sostuvo también que su influencia fue menor de la que se pregonaba, pero fue el responsable de diseñar las llamadas estructuras de Estado.
Una de sus funciones como presidente del CATN fue la de encargar a todas las conselleries de la Generalitat la elaboración de informes sobre cómo funcionaría Cataluña una vez independizada del resto de España. Y estos informes iban desde el control de fronteras, a la gestión de todos los tributos o del trasplante de órganos.
Mantener el sueño vivo
Viver Pi-Sunyer también fue el encargado de ir filtrando a la prensa algunas partes de estos informes para alimentar el sueño independentista al dar la impresión de que se estaban haciendo todos los preparativos para tener un nuevo Estado catalán después de declarar la independencia.
Todo este trabajo orquestado por el jurista clave del procés se materializa en el Libro blanco para la transición nacional que presenta Mas en septiembre de 2014. Viver Pi-Sunyer se basa en el precedente histórico conocido como de “la ley a la ley”, diseñado por el presidente de las Cortes franquistas, Torcuato Fernández Miranda, para pasar del régimen dictatorial a la democracia.
Recula ante el juez
Ante la justicia, no obstante, aseveró que él “no estaba haciendo ningún trabajo sobre la defensa del Estado catalán” y que “no tuve nunca capacidad de decisión política ni jurídica”.
En algunos documentos incautados se constataba que él y otras personas habían elaborado una hoja de ruta para conseguir la independencia, pero Viver Pi-Sunyer matizó los datos: “No había un único plan. Había muchos planes. Había varios planes y cada uno defendía un poco el suyo”.
Subida de sueldo antes del 1-O
A un mes de la celebración del 1-O, el Govern subió el sueldo a varios altos cargos de la Generalitat, entre ellos, a Viver Pi-Sunyer. Quien también había dirigido el Institut d’Estudis de l’Autogovern cobró una nómina mensual de 9.538 euros antes del referéndum. El grupo parlamentario del PSC exigió al entonces Ejecutivo que especificara por escrito “a qué conceptos, trabajos o méritos" respondía el incremento salarial.
En su última aparición pública ha vuelto a sus inicios, alimentando el sueño independentista, pero escurriendo el bulto ante los tribunales.