El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, asegura que “Barcelona debe unir lo que los independentistas separan” por lo que hace un llamamiento a la movilización de los no separatistas pues, si ERC y los comunes suman, “gobernarán”.
El dirigente popular no repetirá como alcaldable. ¿Punto final o punto y aparte? El dirigente popular, con más de 40 años de experiencia política, no despeja la incógnita. Los rumores apuntan a que podría ser candidato en las elecciones europeas, un destino que no rechaza, pero tiene competidores dentro de su partido.
Es un animal político y, por eso, cuesta imaginarle en el ámbito privado. Durante diez años ejerció de abogado, profesión a la que no descarta volver. De momento, sigue atento a la precampaña de las municipales, donde el independiente Josep Bou le sustituirá como cabeza de lista del PP.
"Nadie es imprescindible"
“Nadie es imprescindible”, asegura este político de largo recorrido, que mantiene su fidelidad al partido y a una Barcelona que conoce al dedillo. Otros candidatos no pueden decir lo mismo. El jueves estuvo en Baró de Viver, barrio de Sant Andreu donde hace unos día se cometió un crimen. “Mantengo la capacidad de indignación, no cambiaré”, afirma en una entrevista en el programa Converses de Cope Catalunya.
Desde 2015 es el azote municipal de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y de su “pesebre bodrio”, en referencia a los belenes que la antisistema suele instalar en la plaza Sant Jaume. “No pido que haga cosas en las que no cree, pero sí que respete las tradiciones”, dice Fernández. Considera que a Colau le falta “cultura de coalición. Quien es cabeza de lista debe ser capaz de ser cabeza de turco y pactar con otros partidos en beneficio de la ciudad”. En este sentido, valora el acuerdo entre Pasqual Maragall –“un buen alcalde, pero un mal presidente de la Generalitat”-- y el PP sobre los Juegos Olímpicos. De Joan Clos dice que fue un buen gestor de Ciutat Vella, pero “después empeoró”. A Jordi Hereu le define como “apasionado” que “luego dio marcha atrás”. Y de Xavier Trias lamenta que no aprovechara la oportunidad de liderar una alternativa a la izquierda.
Alberto Fernández ha sabido combinar un discurso radicalmente contrario a la independencia con sus propuestas para la ciudad. “Barcelona debe unir lo que los independentistas separan. Es el antídoto contra los separatistas, que necesitan que las elecciones municipales sean una segunda vuelta de las catalanas”, asegura el popular, muy crítico con el maltrato del Govern con la ciudad. “La Generalitat siempre ha dado la espalda a Barcelona. Si hablas de la estelada no hablas de las inversiones y de la financiación que le toca a Barcelona”, afirma.
La irrupción de Vox
Sobre la irrupción de Vox, avisa de que esta formación se beneficiará de “todas las oportunidades que no sepa aprovechar el PP. Nosotros debemos ir con un programa nítido. No preocuparnos por los demás, sino ocuparnos por nosotros. Con complejos, dejaremos espacio a otros”.
De Manuel Valls, el candidato de Ciudadanos, critica su deriva a la izquierda, pero comparte una apuesta por la centralidad "que es nuestro marco mental". Por eso, llama a "movilizar ese espacio porque es la única oportunidad que tenemos para impedir que Barcelona se convierta en un instrumento del independentismo, pues si suman, ERC y los comunes pactarán”.
Confiesa que está impactado con la muerte de la perra Sota, pero defiende la presunción de inocencia de la Guardia Urbana. “Ha recibido ataques muy duros sin pruebas”, dice, aunque hace un llamamiento a evitar “que algo así se repita”.