Arrancada de cuajo una estelada gigante en Girona. El alcalde de Canet d'Adri ha denunciado que un ciudadano ha tumbado el mástil que aguantaba la bandera independentista con un cable y su automóvil. El suceso, ha agregado el primer edil, Carles Espígol (ERC), sigue a una serie de ataques a las enseñas secesionistas en la provincia.
La información que ha trascendido del suceso es escasa. En un mensaje en las redes sociales, independentistas del pequeño pueblo gerundense, que cuenta con apenas 702 habitantes, han denunciado que el domingo por la noche un vecino de otra localidad cercana arrancó de cuajo la estelada. Lo habría hecho con su propio vehículo, atando el mástil que aguantaba la bandera y acelerando a fondo. Han agregado los secesionistas que el ataque es nuevo capítulo a un acto similar anterior contra una bandera separatista gigante que ondea en Sant Gregori, también en la misma provincia.
Precedentes
La polémica acción, que llevaron a cabo, siempre según los independentistas, un grupo de tres personas en un automóvil, llega después de actuaciones anónimas similares en rotondas y montañas, dos de los puntos preferidos por los secesionistas para colocar sus enseñas. Ocurrió, por ejemplo, a mediados de este mes en Castellnou del Bages (Barcelona); a principios de septiembre en Girona ciudad; en octubre en Collbaix, en Manresa (Barcelona) y con la estelada del Puigsagordi (Barcelona), en el municipio de Balenyà (Barcelona), por quinta vez.
No menos polémica es la bandera independentista de Sant Quirze (Barcelona), que fue robada este año y tumbada en 2013. En Sant Cugat, también en la provincia de Barcelona, la bandera secesionista fue sustraída en varias ocasiones hasta que la tumbó judicialmente el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
No en el espacio público
En efecto, la instancia judicial decretó en julio de este año ilegal exhibir símbolos "partidistas, con vulneración de los principios de objetividad y neutralidad" en el espacio público, incluso cuando éstos han sido colocados con el plácet de un pleno municipal con mayoría nacionalista. La sección quinta de la sala contenciosa del TSJC desestimó un recurso del Ayuntamiento de Sant Cugat (PDeCAT) contra un escrito interpuesto por Sociedad Civil Catalana (SCC) ante un juzgado de Barcelona, que falló en favor de la entidad constitucionalista por una estelada colocada en la plaza de Lluís Millet.
El Tribunal rechazó el recurso del consistorio barcelonés alegando que "no cabe aceptar de ningún modo que la colocación de las banderas partidistas en edificios y lugares públicos constituya un acto de obligado cumplimiento que se impone a los alcaldes por cuanto obedece a la decisión democrática de un pleno municipal adoptada con el voto de concejales democráticamente elegidos".