El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha criticado la actuación de Miquel Buch en Interior y le ha exigido que haga cambios en la Consejería. Esta decisión viene precedida (y causada) por la actuación de los Mossos d'Esquadra en las localidades de Girona y Terrassa (Barcelona). Durante la celebración del Día de la Constitución, la policía autonómica cargó contra independentistas radicales pertenecientes a los Comités de Defensa de la República (CDR) en ambos municipios.
El president, que ha realizado esta petición desde Eslovenia ante un grupo de periodistas, ha dado un margen de cuatro días a Buch (es decir, hasta el próximo martes) para realizar estos cambios. Y esta no ha sido el único desafío que le ha impuesto: Torra ha amenazado con tomar medidas personalmente si no le convencen sus explicaciones.
Investigación a los Mossos
El propio Buch ha tenido su momento en los medios de comunicación para dar explicaciones sobre la actuación de los Mossos. Minutos antes de que Torra hiciera sus declaraciones, el conseller ha sido entrevistado en El Món a RAC1 y ha asegurado que investigará si hubo "desproporción" de las cargas policiales ocurridas en Girona y Terrassa. Ha admitido que la violencia ejercida por la policía autonómica catalana no le "gustaron" y que si se decide que la actuación fue excesiva "no le temblará la mano" para hacer las destituciones convenientes en la sección de antidisturbios de los Mossos (la denominada popularmente como Brimo).
Buch ha asegurado que este diagnóstico es compartido por el Govern "y por el mismo presidente". Sin embargo, estas explicaciones parecen no haber convencido a Torra, habida cuenta de sus posteriores amenazas hacia el número uno de Interior en el gobierno catalán. El enfrentamiento entre los dos políticos abre un nuevo cisma en el seno del independentismo, después de la controversia surgida en el PDeCAT --partido perteneciente a la coalición JxCAT que colocó a Torra en el poder-- por los Presupuestos Generales del Estado.
Celebración del Día de la Constitución
Los actos de los Mossos d'Esquadra que han hecho surgir esta nueva crisis fueron como consecuencia de las afrentas de los grupos independentistas ante los actos organizados para conmemorar el Día de la Constitución. Las celebraciones en ambos municipios catalanes contaron con la participación de políticos pertenecientes a Vox. De hecho, el acto de Terrassa era impulsado por este partido de ultraderecha y la carga comenzó cuando los nacionalistas catalanes intentaron cruzar el cordón policial que les impedía acceder al acto.
Una de las la diputadas de la CUP, Maria Sirvent, recibió el impacto de una bala de goma durante las cargas de los Mossos en la localidad barcelonesa. Según los independentistas, Sirvent ayudaba a una menor que también había recibido el impacto de otro proyectil. El partido independentista radical fue uno de los que pidió la dimisión de Buch como consecuencia de la violencia ejercida por la policía catalana.