El ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, presionó a favor de la celebración del partido de waterpolo entre España e Israel, que finalmente se celebró el pasado 6 de noviembre casi de forma clandestina por la presión de la CUP. Guirao, a través del Consejo Superior de Deportes y en colaboración con el Ministerio de Exteriores, "tomó cartas en el asunto para evitar que las presiones llegaran a impedir que este encuentro deportivo se celebrara".

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Así lo explica Guirao en una carta enviada a la vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Beatriz Becerra (ALDE), quien previamente le había instado, también mediante una misiva, a garantizar la celebración del encuentro, que finalmente tuvo lugar en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallès en lugar de en el Club de Natació Molins de Rei, como estaba previsto.

Las presiones del grupo Boicot Desinversiones y Sanciones (BDS) apoyadas por la CUP impidieron que el partido se disputara con normalidad, y la pasividad de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, hizo imposible que tuviera lugar en la Ciudad Condal.

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Becerra cree que "el Gobierno actuó tarde y mal, y por eso el partido terminó jugándose de forma clandestina en una piscina sin gradas y sin apenas público. Y sólo lo se hizo algo ante las protestas de la embajadora israelí”. La eurodiputada cree que hubo “una falta de respeto para Israel, para las jugadoras de nuestra selección y para sus seguidores, que no pudieron asistir”. Por ello, insta al ministro que trabaje para que una situación así no se vuelva a repetir y no se tolere que los antisemitas ni cualquier grupo radical impida la normal celebración de un evento deportivo. A la Generalitat no le pido nada porque al fin y al cabo tienen una alianza con esos mismos radicales antisemitas".



En su respuesta, Guirao asegura que "un Estado de Derecho como España no puede, en ningún caso, ceder ante las presiones de este tipo de grupos” y confía "en que este tipo de incidentes no vuelvan a producirse. De ser así, puede contar con el compromiso del Ministerio de Cultura y Deporte, que hará cuanto esté en su mano para evitar cualquier coacción".